Dos nuevas especies de cocodrilos son descubiertas en costas mexicanas

Recientes hallazgos de cocodrilos en zonas insulares de México han sorprendido a la comunidad científica. Investigadores detectaron diferencias genéticas sustanciales en ejemplares de la isla de Cozumel y del atolón Banco Chinchorro, lo que permitió identificar dos especies distintas a la del conocido cocodrilo americano (Crocodylus acutus).
Ambas especies fueron halladas en áreas relativamente aisladas, donde su evolución independiente resultó en características únicas. Estos cocodrilos no han sido descritos formalmente aún, pero estudios moleculares publicados en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution respaldan su clasificación como especies nuevas.
El descubrimiento fue posible gracias al análisis de secuencias genéticas y comparaciones anatómicas realizadas por un equipo de científicos internacionales, quienes determinaron que las diferencias observadas no corresponden a simples variaciones dentro de una misma especie, sino a linajes distintos.
La identificación de estas nuevas especies de cocodrilos plantea retos urgentes de conservación, ya que se estima que existen menos de mil ejemplares reproductores en cada población. Aunque actualmente se consideran estables, su hábitat restringido y el impacto del desarrollo turístico y costero las hacen vulnerables.
El estudio también destaca que la biodiversidad continúa perdiéndose a gran velocidad, muchas veces antes de que los científicos puedan documentarla. Estos cocodrilos, al habitar ecosistemas limitados, están particularmente expuestos a cambios ambientales bruscos o a la intervención humana no regulada.
Expertos señalaron que estos descubrimientos deben impulsar políticas de protección ambiental más rigurosas, especialmente en zonas de alto valor ecológico como Cozumel y Banco Chinchorro, donde la actividad turística debe balancearse con la preservación del entorno natural.
La diferenciación genética encontrada en estos cocodrilos resalta la necesidad de seguir explorando la diversidad biológica del país, especialmente en islas y atolones que tradicionalmente han recibido menos atención científica.