Juez ordena a Donald Trump entregar control de Guardia Nacional a gobernador de California

El presidente Donald Trump recibió un revés judicial tras la decisión de un juez federal que le prohibió seguir utilizando a la Guardia Nacional de California en Los Ángeles, medida tomada tras su controvertido despliegue con fines de control migratorio. La orden judicial obliga a la Casa Blanca a devolver el control de estas tropas al gobernador Gavin Newsom antes del mediodía del viernes 13 de junio.

El juez Charles R. Breyer resolvió que la actuación del mandatario fue errónea, al haber activado la Guardia Nacional sin la autorización del estado, lo que representa una violación de los límites constitucionales del poder presidencial. El fallo aún puede ser apelado por la administración de Donald Trump, pero por ahora establece una restricción inmediata.

En su fallo, Breyer especificó que se prohíbe temporalmente a los funcionarios federales desplegar a la Guardia Nacional de California en Los Ángeles y ordena su retorno a la autoridad estatal. Además, fijó una audiencia para el 20 de junio de 2025 para evaluar si se impondrá una medida cautelar permanente, solicitando que ambas partes entreguen sus argumentos por escrito en los días previos.

La decisión fue aplaudida por el gobierno de California, que desde el inicio de la disputa sostuvo que Donald Trump excedió su autoridad al ignorar la oposición del gobernador. El uso unilateral de la Guardia Nacional fue interpretado por algunos sectores como una maniobra para intimidar a las comunidades migrantes de Los Ángeles.

Durante la audiencia, el juez Breyer reconoció que no podía emitir una sentencia respecto al uso de marines, aunque el abogado de California sugirió que podrían ser utilizados para sustituir a los elementos de la Guardia Nacional. Esta posibilidad, sin embargo, no fue abordada directamente en la orden judicial.

La orden ejecutiva firmada por Donald Trump alegaba que en Los Ángeles se estaban entorpeciendo las labores de los agentes federales de inmigración, calificando esas acciones como “una forma de rebelión contra la autoridad del gobierno de Estados Unidos”.

Este episodio marca la primera vez en seis décadas que un presidente despliega la Guardia Nacional de un estado pese al rechazo del gobernador. La última ocasión fue en 1965, cuando el entonces presidente Lyndon B. Johnson envió tropas a Alabama para proteger a los manifestantes por los derechos civiles.