Donald Trump y desfile militar dividen a Estados Unidos

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El centro de Washington fue escenario este sábado de un desfile militar sin precedentes en Estados Unidos desde 1991, encabezado por el presidente Donald Trump y enmarcado en la celebración del 250 aniversario del Ejército. La fecha coincidió, además, con el cumpleaños número 79 del mandatario, lo que convirtió el acto en una mezcla de homenaje institucional y festejo personal.

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Miles de simpatizantes se congregaron para mostrar su apoyo a Donald Trump, coreando cánticos y entonando “Cumpleaños feliz” tanto al inicio como al final del evento. La jornada, sin embargo, estuvo marcada por una fuerte polarización social y política, reflejada en las numerosas protestas simultáneas que se desarrollaron en todo el país.
Mientras tanques M1 Abrams, vehículos blindados Stryker y piezas de artillería pesada como los M777 recorrían la icónica Constitution Avenue, manifestantes contrarios a Donald Trump calificaban el acto de “fascista” y lo consideraban una apropiación indebida de las instituciones militares con fines personales y políticos.
El desfile militar, que incluyó la movilización de cerca de 7,000 soldados y más de 150 vehículos bélicos, fue considerado por muchos como un despliegue inusual en la tradición estadounidense, donde ese tipo de demostraciones suelen evitarse por su connotación autoritaria.
En paralelo a la celebración, se registraron más de 2,000 manifestaciones a lo largo del país bajo el lema “No Kings”, con mensajes dirigidos a rechazar cualquier intento de consolidación de poder personalista. Las principales ciudades, desde Nueva York hasta Los Ángeles, fueron puntos clave de concentración en oposición a Donald Trump.
La tensión aumentó aún más tras conocerse el asesinato de una legisladora demócrata en Minnesota, hecho que tiñó de luto la jornada y que fue interpretado por líderes opositores como parte de un clima político enrarecido y peligroso.
Aunque para sus seguidores la jornada representó un homenaje patriótico, para los críticos del presidente Donald Trump fue una clara señal de autoritarismo en ascenso. La fractura política en Estados Unidos quedó nuevamente expuesta en un día que pretendía ser conmemorativo.