Domingo de Ramos a puerta cerrada: Vívelo a través de TV Mar
La celebración de Semana Santa se abre solemnemente con el Domingo de Ramos, que evoca la entrada de Jesucristo a Jerusalén, alabado con palmas. Hoy 5 de abril es su conmemoración, ahora será en medio de la contingencia por la pandemia del coronavirus.
Por vez primera será a puerta cerrada, de acuerdo a las medidas ordenadas por la Secretaría de Salud y la Diócesis de Tepic, a la que pertenece Puerto Vallarta.
Como un servicio a la comunidad, TV Mar transmitirá la tradicional misa dominical, a las 12:00 del mediodía, desde el emblemático templo de Nuestra Señora de Guadalupe, para que los católicos y comunidad en general, sigan desde la seguridad de su casa el oficio del Domingo de Ramos.
Hacer una pequeña iglesia doméstica en cada casa
El sacerdote Roberto Cordero Robles, párroco, explicó la celebración será sin público e invitó a la feligresía a unirse y seguirla por el canal 10.1 de TV Mar, a través de su pantalla de televisión, celular o computadora.
Subrayó esta liturgia será muy diferente, con la oportunidad de hacerlo en familia. Sugirió acondicionar sus casas, como una pequeña iglesia doméstica, con una luz, la biblia y dispuestos desde la postura corporal.
Consideró que de esta contingencia saldremos fortalecidos en la fe. El forzoso recogimiento físico en el hogar, recomendó también se debe aprovechar a que sea espiritual y oren juntos en familia.
Pueden suplir las plamas por ramas de su jardín
Imposibilitada la feligresía de salir a comprar la palma e ir a bendecirla al templo, el sacerdote Cordero, recomendó cortar ramas de las plantas de su jardín, hacer ramitos y colocarlos en la puerta de su casa, para recordar que Jesucristo es el rey de los hogares y comunidad.
Para dicha transmisión solo estará el equipo técnico, junto a los sacerdotes oficiantes, tres miembros del coro, el organista, dos acólitos y de manera simbólica 10 feligreses distribuidos en todo el templo, en cuyas bancas predominarán las palmas amarradas a sus maderos, y no en las manos de la gente como era habitual.