El Día del Padre: Celebrar al héroe de la casa
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Cada tercer domingo de junio, millones de familias en México y en distintas partes del mundo se reúnen para celebrar el Día del Padre, una fecha que, más allá de los regalos o las comidas especiales, busca honrar el esfuerzo, la dedicación y el amor de aquellos hombres que han elegido ser una figura de guía, apoyo y ejemplo en la vida de sus hijos.
Hoy en día, la paternidad se manifiesta de formas diversas. Hay padres biológicos, adoptivos, abuelos que fungen como padres, madres solteras que asumen ambos roles, y parejas del mismo sexo que crían con amor.
Lejos del modelo tradicional que durante décadas dominó el imaginario social, ser padre implica sensibilidad, presencia emocional, y participación activa en el desarrollo de los hijos.
-Marcos Rodríguez, padre de dos hijos y residente de Puerto Vallarta, comparte su experiencia:
“No se trata solo de proveer, sino de estar ahí: en las tareas, en las crisis, en los logros. Ser padre es una construcción diaria que se va moldeando con amor y paciencia”.
A pesar de la importancia de la figura paterna, el Día del Padre aún no goza del mismo nivel de atención que el Día de la Madre. Las estadísticas lo confirman: en México, según datos, las ventas durante el Día de las Madres son hasta un 50% más altas que en el Día del Padre. Además, los homenajes escolares o campañas publicitarias tienden a centrarse mucho más en la maternidad.
Esto ha abierto debates en torno a los estereotipos de género, cuestionando por qué se da por hecho que los hombres no desean o no necesitan ese mismo tipo de reconocimiento emocional.
En la actualidad, muchos hombres están redefiniendo lo que significa ser padre. Participan activamente en la crianza, acuden a consultas médicas, cambian pañales, y se involucran emocionalmente en la vida de sus hijos desde edades tempranas.
Las redes sociales también han dado visibilidad a padres que comparten su cotidianidad, ayudando a romper mitos sobre la “ausencia” paterna.
-Laura Gómez, psicóloga infantil, apunta: “Cuando los hijos ven a sus padres presentes, empáticos y respetuosos, se fortalece su autoestima y desarrollan relaciones más sanas. No se trata de perfección, sino de compromiso afectivo”.
Al final, el Día del Padre no es solo una fecha para entregar un regalo o preparar una carne asada; es una oportunidad para reflexionar sobre el papel crucial que juegan los padres en la sociedad y para agradecerles, en sus distintas formas, por el impacto que dejan en sus hijos y en el mundo.
Ya sea con un “gracias”, un abrazo, o simplemente pasando tiempo juntos, lo importante es reconocer que ser papá es uno de los roles más trascendentes, y muchas veces más silenciosos, que existen.
jb
