Día de San Valentín se festeja cada año el 14 de febrero, en diversas partes del mundo, una festividad que, aunque a menudo se asocia con el comercio moderno, tiene sus raíces en una historia antigua que se remonta al siglo III en Roma.
El origen de esta celebración se encuentra en el acto de Valentín, un sacerdote romano que desafió el decreto del emperador Claudio II de prohibir los matrimonios de jóvenes, argumentando que los solteros sin familia serían mejores soldados. Valentín, en desacuerdo con esta orden, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados, lo que eventualmente lo llevó a ser sentenciado a muerte el 14 de febrero del año 270 por desobediencia y rebeldía.
Sin embargo, la historia no termina aquí. Antes de su ejecución, Valentín conoció a la hija del juez de la prisión, quien era ciega. Se dice que él le pidió a Dios que ella pudiera ver, y milagrosamente, justo antes de su muerte, la joven recuperó la vista. En un último gesto de amor, Valentín le entregó un papel con la frase “Tu Valentín”, dando origen a la tradición de expresar amor en este día especial.
San Valentín es reconocido como el Santo del Amor, ya que se cree que intercede para que las parejas puedan estar juntas y ser felices. La festividad se celebró por primera vez el 14 de febrero de 494 y fue incluida en el calendario litúrgico de la iglesia católica. Aunque dejó de ser celebrada oficialmente en 1965, la tradición del Día de San Valentín ha perdurado hasta el día de hoy como una celebración del amor y la amistad.
Aunque muchos consideran que el Día de San Valentín es una festividad comercializada, su origen se basa en una historia de amor y sacrificio que ha perdurado a lo largo de los siglos. Desde la venta de las primeras tarjetas de San Valentín en la década de 1840 hasta hoy, esta festividad sigue siendo una oportunidad para expresar amor y aprecio hacia los seres queridos.
