Detienen en Alemania a un presunto espía ruso
La fiscalía federal alemana anunció este lunes la detención de un científico ruso empleado en una universidad alemana y sospechoso de pasar información sensible a cambio de dinero, un suceso que puede complicar las ya tensas relaciones entre Berlín y Moscú.
El sospechoso, identificado como Ilnur N., fue detenido el viernes por las sospechas de “trabajar para un servicio secreto ruso al menos desde principios de octubre de 2020”, indicó la fiscalía en un comunicado.
Desde octubre se reunió “al menos en tres ocasiones” con un agente de los servicios de inteligencia exterior rusos, según la misma fuente.
Al menos en dos de esos encuentros, “facilitó información” sobre la universidad y “recibió a cambio sumas de dinero en efectivo”, agregó.
Reaccionando a informaciones de la prensa, la Universidad de Augsburgo, en Baviera (sur), confirmó que estaba empleado en esa institución y que su despacho había sido allanado.
Según la fiscalía, el hombre trabajaba como asistente científico para “una cátedra científico-técnica”.
Según el diario Bild, el individuo en cuestión se llamaría Ilnur Nagaev.
La Universidad de Augsburgo, entretanto, retiró el perfil del sospechoso de su página web, según el diario Bild, que precisó que anteriormente había trabajado para un instituto de tecnología cerca de Múnich, el Frauenhofer Insititut, tras haberse desempeñado como ingeniero en el Instituto de Metalurgia Baikov de Moscú.
Asimismo, la policía registró el domicilio del presunto espía, que compareció el sábado ante un juez y fue puesto en detención provisional, indicó la fiscalía.
Preguntada durante una rueda de prensa, la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores no quiso comentar el suceso.
Tampoco Rusia ha reaccionado ante esta detención, que amenaza con complicar más las ya tensas relaciones entre ambas potencias por el conflicto en Ucrania y las acusaciones contra Moscú de ciberespionaje.
El intento de envenenamiento del opositor Alexéi Navalni en agosto, del que los occidentales responsabilizan a Moscú, deterioró aún más las relaciones.
Cuando estaba en coma, Navalni fue trasladado a un hospital de Berlín, donde médicos alemanes le diagnosticaron envenenamiento por una sustancia del tipo Novichok, un producto neurotóxico desarrollado con fines militares en la época soviética.
Angela Merkel y Vladimir Putin han mantenido una relación difícil a pesar de que la canciller, que dejará el cargo tras las elecciones legislativas del 26 de septiembre, ha buscado mantener abierta la comunicación.
– Se intensifica el espionaje ruso –
Los servicios de inteligencia rusos conocieron en los últimos años un aumento de su actividad en Europa, según los expertos.
A finales de marzo, Italia anunció la expulsión de dos funcionarios rusos tras la detención en flagrante delito de un oficial de la marina cuando entregaba documentos confidenciales a un militar ruso.
Varios diplomáticos rusos acusados de espionaje han sido expulsados en los últimos meses de Bulgaria, Países Bajos, Austria, Francia o República Checa. En cada una de estas ocasiones, Moscú respondió de forma simétrica y denunció acusaciones infundadas y “rusófobas”.
En febrero, la justicia alemana acusó a un ciudadano suyo de haber transmitido datos sobre la Cámara de diputados a Rusia. El sujeto trabajaba para una empresa contratada en varias ocasiones por el Bundestag para realizar controles de sus ordenadores portátiles.
Acusado por la fiscalía, este alemán puede ser juzgado si el tribunal competente da luz verde.
Rusia también fue acusada en 2015 de un pirateo informático a gran escala que habría tenido como objetivos los ordenadores del Bundestag, la cancillería alemana, la OTAN o la cadena de televisión francófona TV5 Monde.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, alertó ante eventuales intentos de desinformación desde Rusia para las elecciones legislativas de septiembre, advirtiendo que serían “completamente inaceptables”.
Entre tanto desacuerdo, Alemania y Rusia hacen frente común y defienden contra viento y marea su proyecto de gasoducto, Nord Stream 2, que debe unir ambos países pese a la oposición de Estados Unidos.
Foto: Agencia AFP