Desocupación al mínimo

La tasa de desocupación en México marcó en el primer trimestre del año un nuevo mínimo histórico, pero con contrastes
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Fernando Castro

Entre enero y marzo, la tasa de desocupación se ubicó en 2.5 por ciento, su lectura más baja desde 2005. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población desocupada disminuyó en casi 100 mil personas durante el primer trimestre de este año.

La tasa de desocupación en México marcó en el primer trimestre del año un nuevo mínimo histórico, pero con contrastes entre la Población Económicamente Activa (PEA), de acuerdo con el Inegi.

La disminución de la tasa respondió en parte a que la población desocupada disminuyó en 96 mil 806 personas en el primer trimestre del año respecto al cuarto trimestre del 2023. Así, al cierre de marzo había 1.5 millones de personas desocupadas.

Sin embargo, también se reportó que la población ocupada tuvo una caída de 283 mil 42 personas al cierre del primer trimestre, para totalizar 59.1 millones de trabajadores.

Ante esta disminución de los desocupados y también en los ocupados, la PEA cayó en 379 mil 848 personas a 60.7 millones de personas que forman parte del mercado laboral mexicano, desde los 61 millones del cierre del año pasado.

Otro aspecto relevante es que la Población No Económicamente Activa (PNEA) repuntó en 680 mil 965 personas, para totalizar 40.5 millones de personas, de las cuales 71.9 por ciento son mujeres, reflejo de las complicaciones que enfrentan para insertarse al mercado laboral.

También las brechas de género se hacen patentes. Al cierre del primer trimestre de 2024 había un millón 542 mil 215 personas desempleadas. Los hombres desocupados sumaron 874 mil y, respecto al primer trimestre del año pasado son 63 mil menos. De manera contraria, se sumaron 8 mil mujeres al desempleo, para alcanzar un total de 668 mil.

El número de mujeres desocupadas es menor al de los hombres, pero su dimensión escala al tomar en cuenta que tres de cada cuatro varones en México (76 por ciento) se encuentra en el mercado laboral, mientras en ellas es menos de la mitad (46 por ciento). Como resultado, la tasa de desempleo masculina y femenina, en el primer trimestre de 2024, fue de 2.4 y 2.7 por ciento, respectivamente.

El desempleo alcanzó su menor nivel desde que hay registro, pero las condiciones críticas de ocupación llegaron a una tasa de 34.3 por ciento. Aquí se engloba a la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales y ganan hasta dos salarios mínimos.

Considero que hacia adelante se prevé un debilitamiento gradual del mercado laboral a medida que la actividad económica adopte una senda de menor crecimiento y el proceso desinflacionario se estanque.

Sin embargo, la persistente resiliencia de la economía y la rigidez inherente del mercado laboral probablemente entrañan un debilitamiento prolongado de los indicadores del mercado laboral.

Este fenómeno se atribuye a varios factores, incluyendo la falta de oportunidades laborales formales, la baja calidad del empleo disponible, la informalidad estructural en la economía, y la falta de aplicación efectiva de las leyes laborales.

Para fomentar la formalidad laboral es clave simplificar trámites y reducir los costos para establecer y operar empresas. El trabajo en equipo del empresariado con el gobierno es clave.

 

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