Desde el nido del búho La deteriorada fe publica

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Estimados lectores de este distinguido Diario Vallartense y de toda Bahía de Banderas, continuando con nuestras notas de opinión como cada semana, abordando ahora el tema de la fe pública, que, por desgracia está muy deteriorada, pero veamos porque razones.

 

Conforme al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, la fe pública es la autoridad legitimada atribuida a notarios, cónsules, secretarios de juzgado, actuarios, notificadores entre otros, para que los documentos que autorizan en debida forma sean considerados como auténticos y lo contenido en ellos sean tenido como verdaderos mientras no se haga prueba en contrario.

 

Por desgracia en la vida real, la fe pública está muy deteriorada, debido a mi parecer por el poder económico aunado a la terrible corrupción que nos aqueja y lo podemos ver en todos los ámbitos, no solo en notarios, sino también en secretarios, actuarios, notificadores y demás entes a los que les deposita la fe pública. Casos podemos citar miles, pero el coraje, la desesperación y la impotencia se siente cuando nos toca vivir en carne propia esos momentos de crisis por la indebida e inapropiada actuación de los poseedores de la fe pública.

 

La veracidad, confianza, o autoridad legítima o atribuida a notarios, secretarios, actuarios o notificadores acerca de sus actos, hechos y contratos realizados o producidos en su presencia, y que se tienen por auténticos y con fuerza probatoria, mientras no se demuestre su falsedad.

 

A la fecha existen varios tipos de fe pública, tomando en consideración que el tema que es poco conocido, por ello es que ahora les comparto a efecto de que conozcan más de cerca este tema y por ello de difundir este tema de una manera sencilla y objetiva, pues de hecho el derecho notarial es muy escaso y poco conocido.