Descubre Mascota: tres destinos imperdibles para los turistas
Mascota, Jalisco, es un Pueblo Mágico lleno de atractivos que combinan su riqueza natural y cultural. Si planeas una visita, estos tres destinos recomendados son esenciales para disfrutar al máximo:
- La Laguna de Juanacatlán
Un paraíso natural ubicado a unos 20 kilómetros del centro de Mascota. La laguna ofrece paseos en kayak, pesca deportiva y áreas para disfrutar de un día de campo. Sus aguas tranquilas y el paisaje montañoso lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan paz y contacto con la naturaleza.
Foto: programadestinosmexico.com
- El Museo Arqueológico de Mascota
Este recinto alberga piezas prehispánicas que narran la historia de las civilizaciones que habitaron la región. Entre sus exhibiciones destacan esculturas de piedra, herramientas y cerámicas. Es una parada imperdible para quienes disfrutan de la historia y desean conocer más sobre el pasado de Jalisco.
Foto: plazachimalhuacan.mx
- La Cascada El Rincón de Ixcóatl
Escondida entre las montañas, esta cascada sorprende por su belleza. Para llegar, se debe recorrer un sendero que atraviesa vegetación densa y riachuelos cristalinos. Ideal para los amantes del ecoturismo y la fotografía, este destino invita a desconectarse del ajetreo urbano.
Foto: programadestinosmexico.com
Mascota también se distingue por su cálida hospitalidad, deliciosa gastronomía regional y festividades tradicionales. Desde los platillos como el borrego tatemado hasta su pan artesanal, cada rincón de este Pueblo Mágico promete experiencias inolvidables.
¿Qué significa Mascota en Jalisco?
El nombre Mascota tiene raíces profundas en la lengua náhuatl, derivado de los términos Amaxacotlán, Mazacotla y Amaxocotlán, que significan “lugar de venados y culebras”.
Esta toponimia refleja la riqueza natural y la biodiversidad que caracterizan a la región desde tiempos ancestrales.
En la época prehispánica, Mascota fue un importante cacicazgo indígena, con influencia sobre poblados cercanos como Talpa, El Tuito y Chacala.
La conexión con la fauna local, en particular los venados y las culebras, formaba parte de su identidad cultural, ligada tanto a su entorno como a sus creencias y costumbres.
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