Departamento del Tesoro sanciona al Cártel de Santa Rosa de Lima y a “El Marro” por huachicol

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El gobierno de Estados Unidos apuntó contra el Cártel de Santa Rosa de Lima y su líder, José Antonio Yépez Ortiz, El Marro.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) anunció sanciones por obtener recursos mediante el robo de combustible y petróleo en Guanajuato.
El Tesoro señaló que estas operaciones no solo afectan a México. También dañan a empresas estadounidenses de petróleo y gas natural, al alimentar un mercado negro energético que cruza la frontera.
El huachicol, negocio clave para los cárteles
Las autoridades estadounidenses colocaron al huachicol como una de las principales fuentes de ingresos criminales fuera del narcotráfico. De acuerdo con el Tesoro, los grupos delictivos recurren a sobornos a empleados de Pemex, tomas clandestinas en ductos, robos en refinerías y amenazas directas al personal.
Estas prácticas, subrayó la dependencia, sostienen estructuras criminales complejas y violentas que operan con alcance internacional.
Violencia y disputa territorial
El conflicto por el control del combustible en Guanajuato enfrenta al Cártel de Santa Rosa de Lima con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Washington considera al CJNG una organización terrorista.
Esa disputa convirtió a la entidad en una de las más violentas del país, según el diagnóstico del Departamento del Tesoro, al mezclar crimen organizado, control territorial y recursos energéticos.
Impacto económico binacional
Las actividades del CSRL erosionan los ingresos del Estado mexicano y debilitan a compañías energéticas legítimas en Estados Unidos. El Tesoro advirtió que el mercado ilegal de energía distorsiona precios, fomenta la corrupción y amplía la red financiera del crimen organizado.
Mensaje político y financiero
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que la administración de Donald Trump busca cortar de raíz los recursos de los cárteles. “Los encontraremos y los detendremos”, advirtió al confirmar el bloqueo financiero directo contra El Marro.
Con estas sanciones, Washington refuerza su estrategia para asfixiar económicamente a los grupos criminales, incluso cuando sus negocios van más allá de las drogas.
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