Decrecimiento económico

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Calíope

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la semana pasada la cifra de la caída del PIB mexicano en 2020: 8.5%. Desde la Gran Depresión en los años 30 no se veía un desplome de esta magnitud en la economía mexicana.

Desde luego que esta cifra ya era esperada. Durante todo el año pasado, el dato oscilaba entre el 7 y el 10% después de aquel primer encierro forzoso en marzo. La caída fue estrepitosa, pero con el paulatino reinicio de las actividades la economía levantó un poco la frente. Sin embargo el repunte no fue suficiente y eso se refleja en la cantidad de desempleados y de la creciente pobreza del país.

Buena parte de que este número no haya sido de dos cifras se debe a que la economía norteamericana cayó 3.5% y, gracias a las exportaciones que tenemos con nuestro vecino del norte, nuestra suerte tuvo este final.

Aun así es de reconocer que la diferencia de cinco puntos porcentuales se debe a las políticas fiscales y monetarias que aplicaron de inmediato, es decir al incremento en el gasto y la inversión pública y la reducción de las tasas de interés casi a cero. Medidas propiamente contra cíclicas, características de una visión keynesiana y no como las que se aplicaron en México, más pegadas al neoliberalismo.

El pronóstico de Hacienda para 2021 era de 4.6% de crecimiento. Este dato parecería fuera de la realidad, pero después del anuncio de las nuevas políticas económicas de Joe Biden, podemos decir que nuestra economía podría crecer entre cuatro y cinco por ciento.

Este número no sale de la consideración de que el actual gobierno federal cambiará sus políticas económicas y fiscales, sino del esquema de vacunación para buena parte de la población económicamente activa. Claro que en este tema también van lento.

El crecimiento mexicano dependerá (como siempre) de que los legisladores estadounidenses aprueben el nuevo paquete de estímulos fiscales de Biden. Su plan estima un gasto público extraordinario de 1.9 billones de dólares, que es más o menos 1.5 veces el PIB de México. Entre esta caída y el desastroso lugar mundial que ocupamos en materia de fallecidos por Covid, no parece un año muy halagüeño.

@cromerogabriell