Danzantes acuden simbólicamente al templo de Guadalupe
Beto Franco fundó en 1940 el primer grupo de danzantes en Puerto Vallarta, para enriquecer a las peregrinaciones Guadalupanas con su colorido, ritmo y majestuosidad, inspirado en los Aztecas rindiendo homenaje a la Virgen Morena. Hace 11 años falleció y heredó la dirección a Pedro Curiel López, quien ha continuado esta tradición, que es ya un referente en las más importantes fiestas patronales de la ciudad.
El año pasado ha sido el único que no han danzado, por la pandemia, pero en éste si prepararon desde octubre su vestuario y ensayaron; han acompañado caminando a algunas de las peregrinaciones simbólicas y solo se les permite bailar dentro del templo.
Pedro Curiel toca el tambor y motiva a los danzantes, se siente orgulloso de sus raíces, con su traje, cascabeles y penacho. A su paso todos los miran y lamentan que no puedan danzar.
“Muchos se ponen contentos, otros nos piden que dancemos, pero por las circunstancias las autoridades no lo permiten, si hemos danzado pero en ciertos lugares y adentro, hay personas que están molestas porque si han autorizado bailes y peleas pero peregrinaciones no”, señaló.
El grupo lo conforman 40 danzantes; una de ellas es Cecilia Cortés, quien junto a sus compañeros revive esta costumbre prehispánica, causando gran admiración de vallartenses y turistas.
“Es algo bonito, este año ha sido diferente, pero como siempre venimos a danzarle a la Virgen con el corazón, siempre lo hacemos con devoción ante todo, esperamos que el próximo año podamos ya danzar como antes en las calles”, subrayó.