Covid-19: Servicios médicos definen riesgos en asilos

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Investigadores canadienses analizaron el impacto del Covid-19 dentro de las diferentes residencias de adultos mayores, comprobando que las casas de retiro, en las que se proporciona exclusivamente cuidados y alimentación, han sido más afectadas que los hogares especializados en asistencia médica.
El estudio, liderado por especialistas de la Universidad McMaster en Canadá muestra que los hogares para personas de la tercera edad en Ontario, con mayor susceptibilidad a contraer el virus del SARS-CoV-2, son aquellos que no cuentan con servicios intensivos.

“Las casas de retiro de ancianos se han agrupado con los hogares de asistencia médica de ancianos, pero existen verdaderas diferencias con respecto a cómo les va con la pandemia”, aseguró Andrew Costa, autor principal de la investigación.

En la región canadiense existen 770 casas de retiro que albergan a un aproximado de 56 mil 500 residentes. Este tipo de residencias contempladas para hospedar a adultos mayores ofrecen cuidados personales como baños, comidas y atención personalizada. Sin embargo, estos servicios no son suficientes para proteger la salud de los residentes.

Costa, del Departamento de Métodos de Investigación en Salud, Evidencia e Impacto en McMaster y su equipo de investigación, rastreó los casos positivos de Covid-19, tanto de las casas de retiro como de los hogares de asistencia médica, durante el 1 de marzo y el 24 de septiembre de 2020.

Los resultados, publicados en “medRxiv” demostraron que el 92% de las personas infectadas, tomando en cuenta al personal de las residencias, el 10% de los casos ocurrieron dentro de estos centros.

A lo largo de siete meses, se detectaron 172 brotes que afectaron a mil 45 adultos mayores y 548 trabajadores de las residencias, equivalente al 1.9% y 1.5%, respectivamente. El investigador agregó que en 51 de los hogares se contabilizaron de entre uno a 215 decesos.

A mediados de noviembre, las muertes de residentes aumentaron a 287 fallecimientos, convirtiéndose en el 8.2% de las 3 mil 968 muertes registradas en Ontario.

“Las casas de retiro con más de 100 residentes tuvieron un aumento de más de cinco veces en el riesgo de brote”, agregó Costa.

“Como los visitantes estaban severamente restringidos en ese momento, es probable que el personal y los proveedores de atención sembraran la infección en los hogares”, atribuyó.

Ante esta situación, el especialista expresó que es necesario identificar la razón de que un tipo de residencia, cuenten con más casos, que la otra. Por lo que continuará con las investigaciones, pues hay indicios que alertan que “las áreas de vecindarios étnico-culturalmente densos”, son donde se localizan los centros más afectados por la enfermedad.