COVID-19 puede quedarse meses en el cerebro y dejar secuelas
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El virus SARS-COV-2, responsable del COVID-19, puede alojarse en el cerebro durante meses, lo cual podría tener incidencia en la aparición de síntomas neurológicos y psiquiátricos como encefalitis, agitación, confusión, delirio y, a largo plazo, depresión y ansiedad, documentó un especialista adscrito al Hospital General de México.
Con base en una revisión de casos analizados en revistas científicas, el médico psiquiatra Homero Maldonado Mendoza estableció que existen evidencias de que el nuevo coronavirus puede ser el responsable de algunas complicaciones psiquiátricas y cognitivas en pacientes diagnosticados con el COVID-19.
Al respecto, existen varias hipótesis: una afirma que el SARS-COV-2 puede ingresar al sistema nervioso central a través del epitelio nasal, donde puede afectar al bulbo olfatorio; otra propone que el virus puede alojarse en el torrente sanguíneo; una tercera opción considera que el organismo genera por sí mismo una respuesta inflamatoria y producción de anticuerpos para enfrentar al patógeno.
Otras epidemias generadas por coronavirus, como el SARS-CoV-1 y MERS-CoV, han dado muestras de que estos patógenos son capaces de permanecer en el Sistema Nervioso Central incluso después del tratamiento. Por ello se piensa que el SARS-COV-2 puede permanecer en el cerebro humano al menos un año.
Maldonado Mendoza recordó que en algunos países asiáticos se han reportado complicaciones neuropsiquiátricas en los pacientes contagiados. Por ello, alertó sobre el impacto a largo plazo que puede tener el COVID-19 en los enfermos, puesto que hay evidencias de que algunos presentaron síntomas como confusión, agitación, delirio y encefalitis. A largo plazo, algunos desarrollaron padecimientos como depresión y ansiedad, lo que merma la calidad de vida de los sobrevivientes al SARS-CoV-2.
Al respecto, la revista The Lancet Psichiatry identificó una tendencia en pacientes con COVID-19 de Japón, Francia, China y Hong Kong: varios reportaron indicios de confusión, agitación e insomnio. Del mismo modo destacó que, en Wuhan, China, 217 pacientes fueron hospitalizados tras presentar complicaciones cerebrovasculares, encefalopatías y alteraciones neuromusculares.
A su vez, Homero Maldonado cita otros artículos publicados en las revistas científicas Jama Neurology y New England Journal of Medicine, donde se refiere que los pacientes con la COVID-19 han presentado complicaciones asociadas con enfermedades cerebrovasculares.
“La enfermedad cerebro vascular se ha visto en los pacientes con COVID-19 que afecta principalmente a pacientes de edad avanzada, que ya tuvieron algún riesgo cardiovascular importante, que tuvieron una infección de coronavirus severa y que causara una dificultad respiratoria”, destacó el médico durante la ponencia Síntomas neuropsiquiátricos en el paciente con COVID-19.
Cabe apuntar que no hay mucha investigación sobre el efecto específico del SARS-COV-2 sobre el sistema nervioso central.
No obstante, Maldonado Mendoza señaló que los daños en el cerebro se han visto en los contagiados por virus como el causante de la influenza, el VIH y el herpes simple.
En el mismo sentido, recordó que algunos de los sobrevivientes de la gripe española en 1918 reportaron alteraciones del sueño, depresión, mareos, aumento en conductas suicidas y en incidencia de casos de psicosis.