Corea del Norte planea hacer ejecuciones públicas

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No es de extrañarse que Corea del Norte, en pleno siglo XXI, aún continúe realizando ejecuciones como un método de “castigo” a quienes incumplan con las normas impuestas por el régimen. Sin embargo, todo parece indicar que no les es suficiente con hacerlas en lugares cerrados y alejados como lo han hecho, pues según las autoridades, el verdadero mensaje no llega la población de esta manera, por lo que ahora están planeando en hacerlas públicas y en lugares abiertos.

Anteriormente, las ejecuciones se estaban realizando de manera discreta, en lugares remotos y lejanos a la frontera con Corea del Sur, para evitar filtraciones que “ensuciaron” la imagen del régimen.

El más reciente caso, fue el de un grupo de adolescentes que introdujo la famosa serie de “El Juego del Calamar”, razón por las que fueron asesinadas al menos 7 personas involucradas, pues el gobierno busca evitar cualquier tipo de influencias extranjeras en la población, a través de películas, música, ropa o cualquier cosa que sea externa, pues dice que si se llegara a introducir la cultura de otros países, esto podría desencadenar un sentimiento de resistencia en la población. 

Respecto a este tema, una organización surcoreana llamada Transitional Justice Working Group de Seúl, recogió testimonios de personas que lograron huir de Corea del Norte, en donde relataban al menos 23 ejecuciones públicas, durante el mandando de Kim Jong-un, destacando que tomó el poder en el 2011, tras el fallecimiento de su padre.

Los testigos señalaron que dichas ejecuciones, se llevaban a cabo en lugares altamente vigilados por las autoridades, mismos que en los últimos años ha estado eligiendo para asegurarse que no pueda llegar a medios extranjeros.

Sin embargo la palabra de estos testigos es difícil de corroborar, debido al nulo acceso a su población y archivos. Pero la autora del informe, señaló que la organización eligió a los que consideraban los más fiables.

Por otra parte, Pyongyang es una de las principales ciudades en realizar este tipo de prácticas, para difundir el miedo en su población, algo de lo que “nadie se salva”, pues Kim Jon-un, también ha sentenciado a altos mandos, como a su tío Jan Son Thaek, que fue ejecutado en el 2013 por traición.

Por su parte Corea del Norte afirma respetar los derechos humanos y tachar de mentiras las acusaciones realizadas por las personas que han logrado huir del país.

En tanto a la organización que investiga este caso, señala que tras el cierre de las fronteras por la pandemia, ha sido aún más difícil documentar los abusos a los derechos humanos por parte del régimen.

Nueva ley

Recientemente Corea del Norte entró en polémica al introducir una drástica ley “pensamiento reaccionario”, en la que cualquiera que tenga contacto con muchos medios de comunicación estadounidenses o japoneses, podrá enfrentar una pena de muerte o serán enviados a un campo como prisioneros por 15 años.

Ante esto, un desertor que logró huir dijo a la BBC que con el paso de los años, las leyes y los castigos se vuelven más severos.

Pero estas medidas sólo han demostrado cuán ingeniosa es la gente, pues el tráfico de información de otros países, ha sido muy frecuente en los últimos años, ya que según el testigo de la BBC, la gente compra USBS que están protegidas con contraseñas y que en dado caso de ingresarla de manera incorrecta, tres veces seguidas, el contenido se borrará.

Incluso asegura que hay USBS que solo están configuradas para que el contenido pueda verse una sola vez y en una computadora determinada, esto protege de que la información se elimine, al ser conectado en otro dispositivo o dárselo a otra persona. Algo que llegó a oídos del régimen, que comenzó a realizar redadas.