Las Corcholatas solo se pasean por el país como zombis
Claudia, Marcelo y Ricardo no han tenido tiempo de analizar cuidadosamente su presente y su futuro. Su ambición personal, mezclada con el pánico que le tienen a López Obrador, los ha ofuscado a niveles que han renunciado a ser ellos mismos y han creado sus propios personajes pensando que con ellos agradan a su bienhechor.
Sheinbaum, Ebrard y Monreal aceptaron sin chistar, y hasta con agrado, el mote despectivo de corcholatas y que AMLO es su destapador. Lealtad ciega, adoración, culto y veneración. Se desplazan por el país como zombis. Lobotomizados; hipnotizados. Aspiran y suspiran por ser ungidos como Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de AMLO, porque lo de la cuarta transformación fue solo un lema.
Para precisar el punto, imaginemos que Cuauhtémoc Cárdenas le hubiera hecho a AMLO lo que hoy les está haciendo a ustedes. Jamás lo hubiera aceptado porque sabe que para ser un buen presidente se requiere libertad, independencia y criterio propio. Es lo mínimo que debe exigir y mostrar un aspirante, un candidato y, sobre todo, un Presidente de este, nuestro gran país.
Ni la sociedad ni los medios de comunicación deseamos un candidato títere; de ornato; muñeco de trapo; payaso de rodeo; sin personalidad propia; sin carisma; sin convicciones; sin proyecto; sin visión.
Los tres tienen familia. En la intimidad del hogar, pueden preguntar sobre cuál es su situación actual. Seguramente se van a sorprender con las respuestas. Si lo dudan, pregunten a sus amigos. Si no se convencieran, hagan un sondeo con las siguientes preguntas: ¿Cree usted que AMLO se retirará de la política en 2024? ¿Cree usted que AMLO seguirá gobernando tras bambalinas en caso de que gane un candidato de MORENA?