¿Control de precios insinuado por AMLO mejoraría economía?

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La situación económica de México comienza a volverse desesperada, con una inflación que llegó a 7,45% en marzo (el porcentaje más alto de las últimas 2 décadas), caracterizada no solo por un incremento sustancial en el gas y la gasolina, sino también en los alimentos, con productos básicos como las tortillas, el aguacate, la cebolla y el huevo creciendo por encima del 10%.

Aunque no lo afirmó de forma tajante, López Obrador sí dejó entrever recientemente que el Gobierno estaría planificando utilizar la “ayuda” del control de precios para limitar el crecimiento desbordado de los precios. Sería la primera vez que se menciona la aplicación de controles de precios en casi 30 años.

Debido a que este tipo de medidas no se han tomado desde hace mucho tiempo en nuestro país, resulta esencial explicar qué son y cómo funcionan.

¿Qué es el control de precios?

En esencia, el control de precios no es más que una disposición estatal mediante la que se permite congelar el precio de uno producto (o de varios) de forma unilateral o bilateral. Si bien es cierto que en teoría se realizan cálculos y se llevan a cabo reuniones entre los distintos sectores y el Estado, los controles suelen responder principalmente a las necesidades gubernamentales.

El control de precios no solo tiene un efecto directo en el consumidor final, sino en toda la cadena de suministros, ya que cada uno de los eslabones debe adaptar el costo de producción al precio impuesto por el Estado.

En México se han aplicado distintos controles de precio a lo largo de la historia, con el caso más reciente registrándose en la década de los 80, siendo abrogados al inicio de la década siguiente.

Pero, ¿por qué no se han vuelto a aplicar? por el mismo motivo por el que estas medidas suelen ser rechazadas en el mundo: no solucionan el problema, sino que generan efectos negativos tanto en la producción, como en la distribución y el consumo. 

Como se ha visto en casos “vecinos”, como los de Argentina y Venezuela, estos controles pueden generar escasez, un incremento en el comercio informal, e incluso la caída en la inversión privada en el país.

¿Es posible ahorrar sin control de precio?

Ante el panorama complejo que pintan los controles de precio, es posible que muchas personas se cuestionen si es posible ahorrar aún sin medidas de esta naturaleza. La respuesta es que sí, sin embargo, el proceso puede estar limitado solo a algunos productos, tiendas e incluso canales de consumo.

Con la aparición del coronavirus, la mayoría de los precios de descuento se encuentran a través de Internet, con la presencia Online de los supermercados volviéndose más relevante cada año. Un reporte reciente publicado por Expansión revela que las tiendas que mejor se han adaptado al consumo digital serían Walmart y Soriana.

Mientras que Walmart tendría la plataforma Online más rentable, generando casi el 2% de todas las ventas de la cadena en el 2021, las ofertas de Soriana que se comparten a través de Internet, donde se incluye hasta 50% en repuestos e insumos para vehículos, y segundas unidades de alimentos de marca propia, estarían entre las más demandadas gracias a la optimización del sitio.

Aunque los descuentos de las principales tiendas del país no sean suficientes para mitigar el impacto de la inflación, lo cierto es que los controles de precios no parecen una solución realmente beneficiosa para el país. De no tomarse las medidas adecuadas, el futuro de la economía de México podría ser más sombrío de lo que se estimaba a inicios del año.