Confirman fuga de reo en el penal de Ixtapa en Puerto Vallarta; autoridades guardan silencio

Foto: CPS
La presunta fuga de un interno del penal de Ixtapa ya no es un rumor: está confirmada. Sin embargo, el caso permanece envuelto en un preocupante halo de silencio institucional, pues ni la Fiscalía General del Estado ni las autoridades encargadas de los centros penitenciarios han ofrecido una versión clara sobre lo ocurrido.

La evasión habría sucedido en algún momento de esta semana, aunque no se ha precisado el día exacto ni las circunstancias en que el reo logró escapar. Tampoco se ha informado su identidad ni los delitos por los que estaba privado de la libertad, lo que incrementa la incertidumbre en la región.
El hecho comenzó a circular como comentario entre trabajadores del propio penal, y solo después de insistentes consultas pudo confirmarse, de manera extraoficial, que efectivamente un interno se fugó. Llama la atención que la Fiscalía en Puerto Vallarta aseguró inicialmente no tener conocimiento del caso, lo que evidencia una grave falta de coordinación entre las dependencias que deberían responder de inmediato ante un incidente de esta naturaleza.

Hasta ahora, la autoridad penitenciaria mantiene un silencio absoluto. No se ha informado si se activaron protocolos de búsqueda, si hay personal separado del cargo o si la fuga revela fallas estructurales dentro del penal. La opacidad no solo alimenta especulaciones, sino que deja en entredicho la seguridad del centro y la capacidad del estado para mantener el control dentro de sus propias cárceles.
La falta de información pública abre varias interrogantes:
¿Hubo negligencia, corrupción o una falla en los sistemas de vigilancia? ¿Cuánto tiempo pasó antes de que se dieran cuenta de la ausencia del reo? ¿Por qué no se ha emitido un comunicado oficial para informar a la población?
Especialistas en seguridad penitenciaria señalan que una fuga nunca es un hecho aislado: suele ser el síntoma de problemas más profundos como déficit de custodios, protocolos rebasados, infraestructura vulnerable o incluso redes internas de complicidad. Sin versiones oficiales, todo queda en el terreno de la especulación, pero lo que sí está claro es que el sistema penitenciario vuelve a quedar exhibido.
Vecinos y colectivos ciudadanos piden claridad. Una fuga no solo es una falla administrativa: es un riesgo para la seguridad pública y un golpe a la confianza en las instituciones.
Por ahora, lo único confirmado es lo más alarmante: un reo se fugó del penal de Ixtapa esta misma semana… y nadie sabe cuándo, cómo ni por dónde.




