"Conclave", un misterio en el vaticano de muy alta calidad

Cónclave
Edward Berger, 2024
★★★★

“Cónclave”, del director que ganó el año pasado el Oscar por “All Quiet on the Western Front (Sin Novedad en el Frente)”, es una película que entrega lo que promete, mostrarnos como es el proceso que se sigue para elegir a un nuevo Papa de la Iglesia Católica, presentándolo como un thriller político que explora el lado humano y ambicioso de quienes participan.

La historia comienza con la muerte repentina del Papa, lo cuál obliga a una urgente reunión del Concilió de Cardenales para hacer un cónclave y elegir un nuevo pontífice. Dean Lawrence (Ralph Fiennes) tiene la tarea de presidir el proceso de elección, y su optimismo y fe, son puestos a prueba ante las ambiciones personales, alianzas y secretos, que tiene que afrontar, y que lo obligan a pasar de ser un ejecutor pasivo a uno activo que asegure una buena conclusión para el cónclave.

Uno de los puntos más fuertes del filme es que todos los personajes principales, incluyendo a Lawrence, tienen más de una cara, son personajes complejos que tienen pensamientos y actitudes contradictorias, lo que no sólo se presta para que resulten sospechosos y alimenten los misterios de la trama, sino para que los actores se luzcan y nos entreguen escenas muy emotivas e interesantes.

El reparto incluye nombres conocidos, además de Fiennes, como John Lithgow, Stanley Tucci e Isabella Rossellini.
La clave de thriller, que lleva al espectador a cambiar de ideas o suposiciones, y que nos mantiene en vilo respecto al resultado, es lo que la hace avanzar y lo que mantiene el interés del espectador en todo momento.

Pero la película no sólo es sobre cómo se elige un nuevo Papa, o sobre el misterio de quién lo sucederá, sino sobre todos los temas actuales que pudieran influir en ello: las visiones modernas de apertura a muchos temas controversiales para la religión, o las visiones conservadoras que tratan de proteger lo que la iglesia y la sociedad han ganado, las ambiciones humanas de los cardenales de donde saldrá el nuevo pontífice, las presiones políticas, y la marcada diferencia entre sexos que existe dentro del Vaticano.

Todo esto con las imágenes estéticas e impresionantes del Vaticano. El director coloca la cámara de manera que la arquitectura que rodea a nuestro personajes luzca en todo momento, e incluso se atreve a crear escenas para definir momentos específicos con un cargado significado visual.

Toda una experiencia.

Una película muy poderosa, con una mezcla de belleza y tensión, pasión y calma, incluso un poco de humor, con temas profundos y extraordinarias actuaciones, que nos llevan de la mano para la ambiciosa, controversial, pero excelente conclusión.

Cabe destacar la extraordinaria participación del actor mexicano Carlos Diehz, hablando en inglés y español correctamente, y haciendo una participación más que digna.
Hasta el momento me parece una de las mejores, si no es que la mejor, película del año pasado, capaz de ser controversial sin denigrar el buen cine.