Torito, torito ¿con cuántas copas puedo circular?
Es muy común que en estás fechas brindemos de más y nos tomemos unas copas mientras hacemos el recorrido de visitar a nuestro familiares más cercanos y algunos amigos. Entre las posadas y el aguinaldo, el consumo de alcohol en la época decembrina se encuentra en el nivel más alto, por eso hoy te diremos cuántas copas puedes tomar para no ser infraccionado.
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En casi todas las ciudades y municipios del país, la Secretaría de Tránsito Municipal despliega sus operativos y coloca filtros en los puntos de mayor circulación. El objetivo es asegurarse de que la población no se haya pasado de copas y exponga la vida del conductor, las personas que vienen a bordo del vehículo, y otras personas que pueden ser víctimas por atropellamiento o colisión.
Por ello, y para que no te confíes por andar haciendo muchos brindis, te vamos a compartir algunos datos que te permitirán saber si te tomas la última copa o de plano brindas con algún refresco de manzana, o agua fresca, para no poner en riesgo la vida de nadie.
Empecemos por definir cuál es la concentración de alcohol por trago. Una cerveza de 355 ml, que por lo regular tiene 4.5% alcohol, la concentración total en tu cuerpo es de 12 gr. Los mismos 12 gr equivalen a una copa o vaso de vino de 148 ml, o un “caballito” de tequila de 44 ml.
Para que el alcoholímetro salga positivo y tengas un encuentro del tercer tipo con la ley, basta que, después de soplar, rebases el límite permitido de 0.40 grados de alcohol, o sea, el equivalente a una copa de vino o una cerveza.
Estas medidas varían de acuerdo a tu sexo, peso, y alimentos que ingeriste. Pero se considera esta medida como la regla general que es la Unidad de Bebida Estándar.
A continuación te compartimos una tabla para que puedas darte una idea de cuánto alcohol en tu cuerpo ya se considera como que se te pasaron las copas.
Posiblemente asumas que tu nivel de resistencia al alcohol es muy amplio, y presumas de que manejas mejor, bailas mejor, y eres el alma de la fiesta; pero recuerda que toda aquella euforia es un efecto del etanol, en nuestro cerebro, que no nos deja pensar con claridad.
Aquellas endorfinas que llegan al cerebro provocan una sensación de bienestar y energía; pero, al mismo tiempo, producen el efecto contrario; una sensación adormilada y calmante, situación que al volante se convierte en una de las principales causas de accidentes y mortalidad.
Recuerda no poner en riesgo tu vida ni la de los tuyos ni causar la desgracia de nadie. CPS Noticias no quiere que el torito te agarre en Nochebuena o Año Nuevo.