Cómo las empresas se adaptan al mundo digital
El uso de internet de forma generalizada desde la década de los 90 ha obligado a empresas y a usuarios a cambiar sus costumbres y hasta su forma de vivir. Esta auténtica revolución supuso un antes y un después en la vida de todo el mundo, creando incluso una brecha generacional entre los nativos tecnológicos y aquellos que no han conseguido adaptarse a la tecnología, principalmente debido a su edad.
A pesar de que algunos lo consideran un verdadero peligro, al ser considerado junto a las redes sociales una de las mayores adicciones de nuestro siglo, Internet ha revolucionado todos los sectores que se han visto en la necesidad de reinventarse para encajar en un mundo cada vez más preparado digitalmente.
Redes sociales, un nuevo canal de venta
Es algo indiscutible, para poder tener éxito se necesita estar alineado con las tendencias actuales. En este sentido, la presencia online es vital para cualquier empresa, ya sea a través de una página web o de las redes sociales. Estas últimas se han convertido en un potente motor en la última década, llegando a impactar en la vida de los usuarios, hasta el punto de influir en su alimentación.
Hace unos años, vender a través de una red social era algo impensable para muchos. Ahora es una realidad cada vez más extendida en las empresas, sobre todo en aquellas pequeñas empresas que por presupuesto no pueden desarrollar una página web propia. Por suerte, las principales redes sociales cuentan con Marketplaces para que estas empresas puedan comercializar sus productos.
Por otro lado, las redes sociales también ofrecen la posibilidad de anunciarse en ellas para tratar de captar al público objetivo de una empresa o marca. Esto se hace a través de campañas de pago por clic que generalmente conducen a los usuarios a la web para realizar una compra. Estas campañas ofrecen la posibilidad de segmentar al público de una forma precisa según edad, sexo, idioma, gustos y preferencias.
Internet y las nuevas formas de negocio
Otra de las maneras en que internet ha revolucionado el mundo es en la forma de desarrollar un negocio. En el pasado se pensaba en una empresa como en un lugar físico de producción o donde la gente acudía a por bienes o a cosumir un servicio. Con la llegada de las nuevas tecnologías, en muchos casos, ese lugar físico ya no es necesario y se pueden desarrollar multitud de negocios de forma online.
En los últimos años hemos visto también como el método dropshipping o triangulación de envíos se ha extendido cada vez más. Esto consiste en que un minorista no cuenta con stock físico de sus productos, si no que una vez recibe un pedido lo pasa a un mayorista que es el que se encarga de enviarlo al cliente final. Para esto, solo es necesario invertir en una buena página web y tener un proveedor fiable. Con esta forma de negocio se ahorran costes de adquisición, almacenaje y envío entre otros.
Otra forma de ahorrar costes en un negocio es prescindiendo del alquiler o compra de locales comerciales para la ejecución de la actividad. Aquí, por ejemplo, tenemos empresas como los casinos online que han sabido aprovechar la gran ventaja que supone internet para ahorrar en esos costes fijos. Gracias a sus páginas web y modernas aplicaciones, empresas como Betway han conseguido llegar a sus usuarios con ruletas online y todo tipo de juegos, sin necesidad de que estos se desplacen.
Además, al desarrollar su negocio online, pueden llegar a cualquier lugar del mundo de una forma más sencilla, favoreciendo así su expansión internacional.
La transformación digital es necesaria
La transformación digital es la forma de adaptar a todos los niveles de una empresa la tecnología existente. Por ello, es un ámbito en constante cambio del que tenemos que estar pendientes. No importa la naturaleza de la empresa en cuestión, está siempre tendrá procesos para poder ser adaptados a la tecnología actual. El objetivo de este cambio es optimizar los procesos, para conseguir una mayor competitividad, ofreciendo de esta forma a sus clientes un valor añadido.
Para llevar a cabo una buena transformación digital es vital invertir en la formación de los empleados de la empresa en estos aspectos para que entre todos se pueda conseguir ese cambio. Además, la utilización de programas en la nube o gestores de tareas harán mucho más sencilla esa adaptación.