Claudia Sheinbaum asume la presidencia de México: “Es tiempo de mujeres”

Claudia Sheinbaum se comprometió a un gobierno de igualdad, desarrollo económico, respeto a los derechos humanos y protección al medio ambiente
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En un discurso histórico y emotivo, Claudia Sheinbaum Pardo asumió la presidencia de México, marcando un hito sin precedentes al ser la primera mujer en llegar a este cargo en la historia moderna del país.

Con firmeza y claridad, Sheinbaum subrayó que ha llegado el “tiempo de mujeres” y que su mandato será recordado como un periodo de transformación, progreso y justicia.

En sus palabras, convocó a todas las mujeres, tanto las que lucharon antes como las que hoy siguen levantando la voz, a acompañarla en este proceso hacia un México más justo y equitativo.

Sheinbaum, quien ha sido una figura clave en la Cuarta Transformación liderada por Andrés Manuel López Obrador, destacó su compromiso con el respeto a los derechos humanos, la igualdad sustantiva y la paz.

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“México es un país soberano, independiente, libre y democrático”, afirmó, dejando en claro que su gobierno respetará las libertades de expresión, reunión y prensa, garantizando que no se utilizará el poder del Estado para reprimir al pueblo.

En este sentido, Sheinbaum hizo hincapié en la necesidad de condenar el racismo, clasismo, machismo y cualquier forma de discriminación, asegurando que estos males perpetúan las desigualdades en el país.

Uno de los puntos más importantes de su discurso fue su enfoque en la política económica.

La presidenta aseguró que bajo su administración se mantendrá la autonomía del Banco de México y que se llevará a cabo una política fiscal responsable que buscará promover tanto la inversión pública como privada.

“Las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país”, dijo Sheinbaum, brindando un mensaje de estabilidad para los mercados y los empresarios.

Prometió además que no se aumentarán los precios de las gasolinas, el diésel, el gas doméstico ni la electricidad en términos reales, comprometiéndose a mantener el acuerdo de precios de la canasta básica.

En cuanto al desarrollo social, Sheinbaum dejó en claro que los programas de bienestar serán una prioridad en su gobierno.

Prometió no solo mantener, sino también aumentar los apoyos sociales, asegurando que estos nunca estarán por debajo de la inflación. Programas como la pensión universal para adultos mayores, las becas para estudiantes y los apoyos a la producción agrícola seguirán siendo una realidad bajo su mandato.

Además, anunció tres nuevos programas de bienestar: un apoyo bimestral para mujeres de 60 a 64 años, becas para todos los niños y niñas que asistan a escuelas públicas y la contratación de 20,000 médicos y enfermeros para llevar la atención médica directamente a los hogares de los adultos mayores.

Sheinbaum también hizo un llamado a la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. En su plan de gobierno, destacó que la inversión en energías renovables será una prioridad, al tiempo que aseguró que la producción de petróleo con Pemex se limitará a 1.8 millones de barriles diarios, en lugar de los 3 millones propuestos por la reforma energética anterior.

Este enfoque, señaló, es parte de un esfuerzo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la eficiencia energética.

Otro de los pilares de su administración será la infraestructura, donde se comprometió a ampliar proyectos emblemáticos como el Tren Maya y la construcción de nuevas líneas ferroviarias que conecten diversas partes del país. También resaltó la construcción de un millón de viviendas, especialmente dirigidas a jóvenes, con esquemas que faciliten el acceso a la propiedad.

La presidenta no dejó de lado el tema de la seguridad, un tema crucial en la agenda nacional. Sheinbaum aseguró que no regresará la “irresponsable guerra contra el narcotráfico” que tanto daño hizo a México en el pasado.

En su lugar, su estrategia se centrará en la atención a las causas del delito, la inteligencia e investigación, y el fortalecimiento de la Guardia Nacional. Aseguró que esta no será una fuerza militarizada y que trabajará en coordinación con los municipios, los estados y la Fiscalía General de la República.

Sheinbaum concluyó su discurso con un mensaje poderoso dirigido a todas las mujeres mexicanas. “Durante mucho tiempo, las mujeres fuimos anuladas”, expresó.

“Hoy sabemos que las mujeres podemos ser presidentas”. Hizo un llamado a recordar y honrar a todas aquellas que han luchado por la igualdad, desde las abuelas y bisabuelas que no tuvieron acceso a la educación, hasta las jóvenes que hoy alzan la voz. “Con todas ellas aquí a nuestro lado, llegan nuestros más grandes sueños y anhelos”, afirmó con emoción.

Finalmente, Sheinbaum subrayó su compromiso de gobernar para todos los mexicanos, sin distinción de género, y prometió no defraudar al pueblo de México.

“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe”, declaró. “Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”.

Con este discurso, Claudia Sheinbaum marcó el inicio de su mandato y un punto de inflexión en la historia del país. Las expectativas son altas, pero su promesa es clara: un México más próspero, libre, democrático, soberano y justo para todos.

Jimena Baumgarten