Cienfuegos a declarar
C a l í o p e
Se dice que en política no hay sorpresas, sino sorprendidos. Posiblemente la detención y eventual juicio de Salvador Cienfuegos no sea una mera casualidad, sino que responda a intereses que todavía desconocemos y que podrían darse a conocer de acuerdo con el rumbo que tome el caso. Para ejemplificar, quiero tomar las hipótesis de Ricardo Raphael sobre Cienfuegos:
La acusación presentada por el fiscal Richard Donoghue sucedió casi al mismo tiempo que la sentencia del Chapo Guzmán. No es casual que el fiscal haya esperado a que terminara ese proceso para continuar con la investigación.
La orden de detención contra Cienfuegos, el miércoles 14 de agosto de 2019, tiene antecedente en una decisión colegiada del Gran Jurado de Nueva York. Seguramente se filtró información fuera de los tribunales que involucraban directamente al exsecretario. En diciembre de 2019 fue detenido Genaro García Luna, exfuncionario mexicano también perseguido por el fiscal Donoghue y presuntamente ligado, igual que Cienfuegos, al antiguo Cártel de los Beltrán Leyva.
Con toda esta historia a cuestas, parece difícil de creer que Cienfuegos no supiera del inminente peligro que corría. Además, hace más de 15 días, la embajadora Martha Bárcena supo lo que pasaría y comentó el asunto con Andrés Manuel López Obrador. Cienfuegos, a pesar de todo esto, viajó a Los Ángeles para un “viaje de placer” con su familia. A estas alturas ¿es creíble que fuera justo a Estados Unidos en un “viaje de placer”?
No suena tan convincente que la detención del general Cienfuegos sea sólo para hacer justicia de los delitos que pudo haber cometido en su país, o que su actuación en México pudo haber afectado las leyes internacionales. Seguramente necesitan información o confesiones que puedan negociar a cambio de reducción de penas, protección a su familia o la conservación del patrimonio.
Lo que el general esté dispuesto a negociar pronto lo sabremos, especialmente conoceremos los nombres de las personas que puedan resultar beneficiadas o perjudicadas. Y esa es la interrogante en este caso, ¿quién se va a beneficiar de la detención de Salvador Cienfuegos?
