Un festín de sabores y tradiciones: El chile en nogada
Con el aroma del mes patrio en el aire, México se viste de gala para celebrar sus colores y su sabor único. Entre las delicias que encarnan el orgullo nacional, el chile en nogada destaca como un icono culinario que fusiona historia y exquisitez. Sin embargo, a lo largo del tiempo, este platillo ha sido objeto de un enconado debate: ¿capeado o sin capear?
El mes patrio está por comenzar, y qué mejor manera de festejar que honrar nuestra bandera con los sabores característicos de nuestra tierra. El chile en nogada, con su amalgama de colores y sabores, se erige como el candidato perfecto para esta celebración. De la mano del verde del chile y el perejil, del blanco de la nogada y del rojo vibrante de la granada, nos sumergimos en un auténtico mood mexicano con este platillo de tan rica historia y que, seguramente, has tenido el privilegio de probar.
Pero, ¿qué opinan los expertos y los amantes de la gastronomía sobre uno de los dilemas más apasionantes que rodean al chile en nogada? ¿Va capeado o sin capear?
° Puerto Vallarta sin adornos tricolores en mes patrio
La mezcla de sabores dulces y salados que caracteriza al chile en nogada tradicional es un testimonio del orgullo de Puebla, su cuna. La receta, transmitida a lo largo de las generaciones, ha sido adaptada y personalizada en cada hogar y región del país. En la actualidad, encontrarás versiones capeadas y sin capear en los restaurantes, lo que aviva el eterno debate en torno a su preparación original.
Desentrañar la autenticidad del chile en nogada exige un viaje al pasado. De acuerdo con una infografía elaborada por la UNAM, el estado de Puebla, cuna del platillo, se alza como su más ferviente defensor. Las tradiciones poblanas sostienen que “si no va capeado, no es chile en nogada”.
La Universidad de Oriente añade una perspectiva interesante: de acuerdo con la tradición, el capeado es esencial para que el chile absorba plenamente la exquisita salsa de nuez o nogada.
El debate sobre el capeado se conecta también con los retablos barrocos, como relata un video creado en colaboración por la Secretaría de Turismo de Puebla y la Fundación Herdez. El chile capeado y frito se convierte en un homenaje culinario a esta rica herencia artística.
Sin embargo, el chef ejecutivo del restaurante Angelopolitano, Gerardo Quezadas, sostiene una perspectiva diferente. Para él, el capeado no está relacionado con los altares barrocos, sino que simboliza las habilidades y dedicación de una “señora de buena familia, sus hijas y la servidumbre de la casa”.
Historia del platillo: Más allá de la leyenda
La leyenda cuenta que los chiles en nogada marcan el primer plato del México independiente. Se relata que Agustín de Iturbide, tras firmar los Tratados de Córdoba, visitó Puebla y fue recibido por monjas del convento de Santa Mónica, quienes prepararon el platillo en su honor, coincidiendo con su día santo. Se dice que esta inclusión de colores trigarantes fue un tributo a la victoria de la Independencia.
Pero la historia es a menudo más rica que la leyenda. El investigador Ricardo Muñoz Zurita, en su libro “Los chiles rellenos en México”, cita a Guadalupe Pérez San Vicente para afirmar que este platillo existía ya en el siglo XVIII, antes de la Independencia.
El siglo XIX trae consigo un rastro de recetas de chiles rellenos y salsas de nogada en el libro “La cocinera poblana”. Aunque la versión del chile en nogada que conocemos emergió en los años 60 del siglo pasado en los restaurantes.
En esta temporada patria, mientras el aroma de la nostalgia y la historia llena el aire, nos vemos sumidos en una elección culinaria que trasciende lo simple. ¿Capeado o sin capear? La elección es tuya. En esta celebración de sabores y tradiciones, el chile en nogada se erige como un emblema de la diversidad y riqueza de la cultura culinaria mexicana. ¿Cuál será tu elección? ¡Comparte tus preferencias en las redes sociales y celebra con nosotros el deleite de la historia y el sabor!