Checo Pérez desata polémica por una confesión inesperada: su ‘pecado’ no fue en la pista
El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez ha estado alejado de los reflectores del automovilismo desde que anunciara su pausa temporal. Este año sabático lo ha mantenido lejos de las pistas, pero no de la conversación pública. Esta semana, su nombre volvió a inundar las redes… aunque no por un adelantamiento de infarto o una victoria histórica, sino por algo que nadie vio venir.
Un video rescatado de algún baúl digital —aparentemente grabado hace algunos años en un momento de descanso— ha vuelto a poner a Checo en el centro de la conversación. En él, el tapatío aparece en una charla distendida con algunos conocidos. Ríe, bromea, se muestra relajado, muy lejos del casco, el mono de piloto y la presión de la Fórmula 1.
Hoy Checo por fin va a ver a RBD en vivo, su gusto culposo ☝🏼 pic.twitter.com/avW2ISrqNg
— Debs (@DebsPoRu) December 22, 2023
Todo transcurría con normalidad hasta que alguien lanza una pregunta aparentemente inocente: “¿Tienes algún gusto que te avergüence confesar?”. Checo duda apenas un segundo. Se ríe. Y entonces, lo dice. En inglés, con una mezcla de pena y complicidad, suelta la bomba. La respuesta, que había pasado desapercibida en su momento, ahora ha generado una auténtica avalancha de reacciones.
Mientras unos lo defienden con fervor, celebrando su honestidad, otros lo han llenado de memes, burlas y críticas. Porque lo que confesó no fue precisamente algo que esperarías de un piloto de Fórmula 1 acostumbrado a las curvas a 300 km/h.
La revelación fue esta: “Hace algunos años, había un grupo en México que me gustaba… RBD”.
Sí, el mismo grupo salido de una telenovela juvenil de mediados de los 2000, con integrantes que cantaban, actuaban y llenaban estadios entre coreografías pegajosas y letras para corazones adolescentes.
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Checo, el ídolo del automovilismo latinoamericano, resultó ser un rebelde… aunque solo en el gusto musical. Y aunque el video no tiene fecha exacta, sus palabras retumbaron en las redes como si hubieran sido dichas ayer. ¿Decepcionante? ¿Tiernamente humano? ¿Un desliz imperdonable? Las opiniones están tan divididas como la parrilla de salida en Mónaco.
Una cosa es segura: Checo Pérez volvió a ser tendencia. Y esta vez, ni siquiera necesitó ponerse el casco.
