Chatarrera se convirtió en peligro para vecinos de Ramblases

El depósito de llantas, latas, envases de aceite y todo tipo de chatarras se convirtió en nido de ratas y alimañas, además ya se incendió peligrosamente
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Chatarrera junto a casa

En la parte alta de la colonia Ramblases, hace aproximadamente dos años se instaló una chatarrera, en un terreno baldío, en medio de viviendas donde habitan familias a quienes no se consultó sobre tan riesgoso almacén, es una zona popular donde es habitual ver niños jugando en la calle, vialidad obstaculizada constantemente por las camionetas que cargan y descargan toda clase de desechos que venden para reciclar, pero es una bomba de tiempo, pues el pasado 13 de diciembre ya se incendió llenando de humo y temor a los pobladores del rumbo.

Incendio en chatarrera

Pese al peligro latente, lo acontecido y las visitas posteriores realizadas por personal de Reglamentos y Protección Civil, las autoridades no han clausurado el lugar, los vecinos los han llamado para que tomen cartas en el asunto, pero no han obtenido respuesta, uno de los reportes a Reglamentos es RGS/91/23.

Chatarrera alado de una casa

El señor Alberto Espinoza vive a un costado de la chatarrera, en la calle Puerto Mazatlán número 150, con impotencia narró, como el lugar se ha convertido en nido de ratas, arañas, cucarachas y otras alimañas, que se le pasan a su casa, igual compartió el susto que pasaron cuando se prendió el lugar, las llamas y el humo llegaron a su patio, tuvieron que evacuar su hogar esa noche.

Don Beto en entrevista hablando de chatarrera

“Tenemos más de dos años aquí con esta chatarrera, hubo un incendio hace poco y necesitamos apoyo para nosotros los vecinos, porque hay mucho animal, tanto zancudos como ratas y varias alimañas más, siendo un riesgo para la salud y además del peligro que corremos ante otro fuego”, advirtió.

Don Beto ya no sabe qué hacer, está preocupado de tener pegado a su pared esta chatarrera, ni con el incendio les hicieron caso las autoridades:

“Nada, lo único que vinieron los de Protección Civil, Bomberos, la policía y fuimos a Reglamentos también y me dieron un número de folio de reporte, vinieron a atender, pero no pudieron hacer nada. El día del incendio fueron como cinco o seis cuadras que se llenaron de humo negro, de llantas, de plásticos, aceites, muchas cosas que se mueven aquí en la chatarra. Pedimos a las autoridades que vengan, chequen y si hay modo de cerrar lo hagan porque es un problema muy grande para nosotros”.

LLG

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Miguel González Guerra