Minerva vivió otro Día de las Madres en el Reclusorio de Puerto Vallarta

En el Centro Penitenciario ubicado al norte de Puerto Vallarta se encuentra 63 mujeres privadas de su libertad, la mayoría son madres, ellas también festejan el 10 de mayo, entre la nostalgia y la esperanza
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Dentro de las grandes paredes del Reclusorio de Puerto Vallarta se encuentran confinadas 661 personas, entre ellas 63 son mujeres y en su mayoría madres, Por eso, no pasó desapercibido este 10 de mayo, gracias a un grupo de voluntarios, personal y el director del centro penitenciario Gustavo Solano López, que les festejaron esta fecha. Sin embargo, entre las internas reinó la nostalgia.

El Penal se ubica en la delegación de Ixtapa, al norte de la ciudad, en el ala femenil se vivió una mañana diferente, les ofrecieron desayuno y comida especial, regalos, pastel, las internas lucieron lo mejor que pudieron, incluso varias se maquilaron y esmeraron en su arreglo, la fiesta estuvo amenizado por el grupo musical varonil de Personas Privadas de su Libertad.

Fue un día muy especial para ellas, en medio de la sencilla fiesta recordaron a sus hijos, a sus madres, extrañando sus abrazos en fecha tan especial. Minerva es una de ellas, tiene 33 años de edad y desde el 2011 se encuentra ahí purgando su condena, tiene un hijo de 18 años, su madre ya falleció hace 13 años, nos compartió su sentir del 10 de mayo, emocionada hasta las lágrimas:

“¡Huy! los primeros años son difíciles, llegue y el primer año fue el mas fuerte, porque no estás con tu hijo, mi mamá acababa de morir, fue muy difícil sin mi madre ni mi hijo, fue triste, pero la institución trata de hacerte ameno el lugar, nos festeja con una comida, una sonrisa, un evento, entonces tratas de llevarlo lo mas feliz que se pueda, con el tiempo van sanando las heridas poco a poco”, compartió.

Su hijo recién cumplió la mayoría de edad, vive con una tía, dice que no siempre la visita en el Día de las Madres, pues a veces se le complica por la escuela o el trabajo, pero trata de ir uno o dos días después.

“Sí, siempre ha seguido el contacto con él, creo que llegar aquí fue demostrarle que cometí un error, pero enmendarlo y tratar de demostrarle que puedo ser mejor persona”.
Minerva sentada en el jardín del área de visitas reflexiona, en el marco del Día de las Madres reconoce es triste esta fecha, por lo que extraña, el desprendimiento de su hijo y no haberlo visto crecer.

No estar con él, saber que me perdí muchos festivales, muchas fechas, que sepa que su mamá está aquí y no con él, quizá comiendo o ir a algún lugar juntos”, añoró Minerva.

La interna, lamentó su situación, pero dirigió un mensaje a las madres que están afuera de ese reclusorio, quienes si pueden disfrutar del calor de su familia:

“Traten de disfrutarlo al máximo, porque vives al día y no te das cuenta que el tiempo pasa y te pierdes en eso y son momentos que jamás se vuelven a recuperar, los hijos crecen y se van y cuando menos piensas ya no están ahí.”.

Le faltan tres años para recuperar su libertad, tiene muy claro lo que hará al salir:

”Pues disfrutar a mi familia, ahora sí que tratar de ver y hacer todo eso que no vi cuando está libre. Feliz día de las madres a todas las mamás, compañeras de aquí y de afuera”.

GC

Miguel González Guerra