Continúa controversia por la casa de Noroña en Tepoztlán; no paga impuestos según el alcalde Perseo Quiroz

El alcalde acusó que la residencia de 12 millones de pesos no figura en el catastro municipal, mientras comuneros y vecinos cuestionan la legalidad del predio y su impacto urbanístico
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El senador Gerardo Fernández Noroña enfrenta un nuevo escándalo político en Tepoztlán, Morelos, luego de que el alcalde Perseo Quiroz aseguró que su lujosa casa no paga impuestos porque no está registrada en el catastro municipal. La revelación generó indignación y abrió un debate sobre evasión fiscal, propiedad comunal y contradicciones políticas.

De acuerdo con el edil, la residencia de Noroña, valuada en 12 millones de pesos, no figura en los archivos municipales, lo que implica que no paga predial, un recurso fundamental para los servicios públicos de la localidad. Quiroz subrayó que esta omisión “no es un error administrativo, sino una falta grave que afecta la recaudación municipal”, colocando al senador en una posición de privilegio frente a ciudadanos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales.

Acusaciones de invasión a tierras comunales

Otro punto delicado es la presunta ubicación de la propiedad en terrenos comunales, cuya venta privada está prohibida sin autorización de la asamblea de comuneros. Habitantes y autoridades locales aseguraron que no existe registro de la vivienda en los archivos comunales, lo que refuerza las sospechas de irregularidades en la adquisición del terreno.

Problemas urbanísticos y ambientales

El caso también refleja el desorden en la planeación urbana de Tepoztlán. El municipio enfrenta conflictos constantes por construcciones en áreas naturales protegidas y falta de coordinación entre autoridades locales y federales. La casa de Noroña se ubica en una zona limítrofe, donde las regulaciones ambientales no coinciden con los planes municipales, lo que permite que proyectos privados se desarrollen sin sanciones.

Protestas vecinales

La indignación vecinal derivó en protestas frente a la residencia del senador, donde comuneros lo acusaron de apropiarse de un terreno comunal y de bloquear espacios públicos para su beneficio. Noroña rechazó las acusaciones y descalificó las manifestaciones, mientras el alcalde insistió en que estas surgieron de la propia ciudadanía y no de su gobierno.

Finanzas en entredicho

Finalmente, persisten las dudas sobre el origen de los recursos con los que Fernández Noroña adquirió la vivienda. Aunque el legislador asegura haberla comprado mediante un crédito, sus ingresos declarados no parecen suficientes para justificar una inversión de tal magnitud. El contraste entre su discurso de austeridad y el valor de su residencia alimenta la percepción de incongruencia política y privilegios personales.

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Eréndira Rangel