Cantan las Mañanitas a la Guadalupana con templo vacío
En la víspera del día de Nuestra Señora de Guadalupe, la parroquia del centro de la ciudad, es una tradición recibir toda la noche a miles de peregrinos de barrios, hoteles, restaurantes y diferentes oficios y organizaciones, pero este 2020 por la pandemia todo se canceló, ante la prohibición de fiestas patronales en el Estado de Jalisco.
Desde el 10 de diciembre se cerraron las puertas del emblemático templo, se extrañaron los ríos humanos, con el fervor y tradición en cada procesión y espectadores, el olor a copal de los danzantes, combinados con el humo de los sabrosos antojitos.
En este atípico año los turistas y locales no se pudieron acercar. Las Mañanitas fueron a puerta cerrada, transmitidas por redes sociales, pero la emotividad estuvo a flor de piel.
A las 12 en punto, con el primer minuto del 12 de diciembre el repique de campanas anunció el día grande del docenario guadalupano, para entonces ya el altar lucia discretos arreglos de rosas, y entró el mariachi Real de América a entonar las “Mañanitas”, pero en la calle sorpresivamente sonó una banda, un puñado de feligreses también se hizo presente para desde afuera felicitar a la Reina de México.
El párroco Roberto Cordero antes encabezó una oración al pie del altar de la. Virgen Morena.
El eco de las melodías retumbó en un impresionante templo vacío, sin el coro de los miles de devotos.
Durante una hora cantantes vallartenses entonaron melodías a la llamada Reina de México., coordinados por Shela Ortiz Cervantes.
Uno a uno entonaron su voz viendo la sagrada imagen plasmada al indio Juan Diego: Lalo Guerrero, Virgen de Guadalupe; Lucero del Campo, Ofrenda Guadalupana; Martin Madero, México Lindo Guadalupana; Mohny Kallhas, Contigo; Karla Yolanda, Virgen Ranchera; Luis Arturo, Paso a la Reina; Jorge Godínez, Himno a la Humildad; Shela Ortíz, Mi Virgen Bella y Armando, Lucio, y María de Jesús Silva, Por Amor, al final cantarán todos juntos.
Después de una hora concluyeron, cantando todos de nuevo Las Mañanitas, para dar paso a la misa de alba, pero afuera aproximadamente un centenar de feligreses estaban, no se resistieron acudir y también entonaron alabanzas, con gran sentimiento se apostaron junto a las rejas, metieron sus manos para dejar veladoras y flores al pie de las escaleras.
Elementos de Protección Civil, Vialidad y Seguridad pública estuvieron vigilantes. A las dos de la madrugada sólo quedaba una familia sentada en la banqueta frente al templo.