Calle Libertad entre polvo, inseguridad y caos vehicular

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Vecinos y comerciantes de la céntrica calle Libertad, ubicada cerca del colapsado puente sobre el Río Cuale, en la zona cero del huracán Nora, se encuentran desesperados por la inseguridad, caos vehicular, abundante polvo y sin turistas; pese a sus afectaciones no han recibido ayuda del gobierno.

Esta vialidad es caótica, pues tiene destrozado el adoquín y empedrado en su esquina con Miramar, justo donde dan vuelta numerosos carros; en ocasiones se estacionan en doble fila; los volteos y maquinaria pesada de la obra del puente entran en reversa todo el día, levantando nubes de polvo.

Calle Libertad en pésimas condiciones

El alumbrado público está descompuesto, en toda la calle solo una lámpara sirve y no hay patrullaje, por lo que varios negocios han sido víctimas de vandalismo y robo. 

“Estamos padeciendo mucho, principalmente por la falta de turismo, vemos que hay un poco de inseguridad…los visitantes no se acercan aquí por la soledad de la noche, tanto tráfico de los carros que se estacionan en doble línea, y los camiones pasando material para la construcción del puente, por lo cual vemos que está muy atrasada la obra, estamos pasando una situación económica muy difícil ya” 

Lo anterior fue lamentado por la señora Hilda García Nava, quien tiene allí su tienda de artesanías, narró el calvario que viven y que parece va para largo, pues la construcción va lenta y muy atrasada.

Hilda García Nava, comerciante de la zona

“No nos damos abasto en la limpieza, porque sí hay mucha tierra regada, los camiones son grandes, pasando rápido y llevan mucho polvo, lo padecemos a todas horas…nosotros entendemos la situación por lo del puente, pero hemos tenido un retraso muy grande, supuestamente nos habían informado que a finales de diciembre iba a estar terminado, pero no se ven grandes avances”, explicó.

La empresaria indicó que ya se han quejado con las autoridades, quienes solo les piden que tengan paciencia; pero para muchos ya es insostenible la situación, pues en el área no han recibido apoyos y no han podido recuperar sus ventas, mientras que corre el tiempo y tienen que pagar rentas, luz, agua e impuestos.

Autor

  • Miguel González Guerra

    Orgulloso de ser pata salada, nací en la calle Púlpito a una cuadra de la playa Los Muertos y siempre he vivido en Puerto Vallarta. Egresado del Conalep, diplomado de Periodismo en la UNAM, cursé talleres de comunicación en el periódico El Financiero y la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Desde los 14 años trabajé en la rotativa y formato del diario Nuevo Día, en marzo de 1988 publiqué mi primera columna en Vallarta Opina, inicié con las fuentes de sociales y cultura. Laboré en otros dos diarios de la región y una estación de radio. Desde 1991 formé parte de las filas de Tribuna de la Bahía, en diferentes etapas, cubriendo información general, sobre todo las colonias populares, ejidos, delegaciones, iglesias, escuelas y gobierno. Me gusta pintar, leer, el cine, pasear por la naturaleza y pueblear alrededor.

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