La búsqueda que terminó en tragedia en la brecha a Carboneras
La tarde avanzaba lenta sobre la brecha que conduce a Carboneras, ese camino polvoriento que muchos conocen por su soledad y sus tramos silenciosos. Allí, entre pastizales secos y los ruidos del campo, una familia recorría el lugar con el corazón encogido, buscando una respuesta que no querían encontrar.
Desde la mañana lo habían estado buscando. El hombre, de unos 50 años, había salido temprano a bordo de su camioneta y ya no regresó. Las horas se hicieron pesadas, y con ellas creció la preocupación. Fue esa misma ansiedad la que los llevó a internarse por la brecha, guiados sólo por la intuición y la esperanza de verlo aparecer.
Pero al llegar, la escena les rompió el alma: ahí estaba la camioneta del hombre, detenida a mitad del camino como si lo estuviera esperando. Y a unos metros, dentro de un predio, encontraron lo inevitable. El silencio del campo confirmó lo que nadie quería pronunciar: ya no había nada qué hacer.
Cuando llegó la Policía Municipal, la familia ya estaba ahí, aferrada a la realidad de un desenlace cruel. Los oficiales acordonaron el lugar mientras trataban de ofrecer palabras que nunca alcanzan en momentos así. La noticia ya era un peso compartido.
Hasta ahora, las autoridades no han determinado qué fue lo que ocurrió ni de dónde era originario el hombre. La zona quedó asegurada en espera de la Fiscalía y del personal de Ciencias Forenses, quienes iniciaron las diligencias para esclarecer el caso.
Mientras tanto, sobre la brecha quedó flotando ese silencio pesado que sólo dejan las tragedias imprevistas. Un camino que ayer era rutina, hoy se convierte en testigo de un adiós inesperado.






















