Blue Jays vencen a Mariners y disputarán contra Dodgers la serie mundial

Toronto se impone en un Juego 7 vibrante con jonrón de George Springer y un cierre de infarto ante Julio Rodríguez
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Blue Jays vencen a Mariners y avanzan a la Serie Mundial

El Rogers Centre fue un volcán en erupción.
El séptimo juego entre Mariners y Blue Jays se vivió como un drama de nueve actos, de esos que se escriben con corazón, nervio y bateo oportuno.

Seattle arrancó encendido.
Julio Rodríguez abrió el marcador con un doble y Josh Naylor lo llevó al plato. Toronto respondió en la baja del primero con Daulton Varsho, quien igualó el marcador ante la euforia del público.

La tensión se estiró como una cuerda tensa.
En la tercera, Rodríguez volvió a mostrar poder con un jonrón solitario que silenció el estadio. Cal Raleigh, en la quinta, repitió la dosis con un batazo profundo al derecho para poner el 3-1.

El aire se volvió pesado.
Toronto parecía perdido, pero su orgullo despertó en la séptima entrada. Tras boletos consecutivos y un toque perfecto de Giménez, George Springer apareció para cambiar la historia: un swing furioso, la pelota volando entre izquierdo y central y tres carreras que encendieron la locura.
Los Blue Jays retomaron la ventaja 4-3.

El resto fue un duelo de voluntades.
Los bullpens se trenzaron en una batalla de precisión. Chris Bassitt dominó con serenidad y Andrés Muñoz mantuvo viva la esperanza de Seattle. Cada lanzamiento era un pulso entre el destino y la historia.

Llegó la novena entrada.
Jeff Hoffman subió al montículo para sellar la obra.
Leo Rivas se fue ponchado, Dominic Canzone cayó del mismo modo y los Blue Jays se quedaron a un out de la gloria.

Julio Rodríguez, el héroe de Seattle, fue el último obstáculo.
Con dos bolas y dos strikes, Hoffman lanzó su mejor slider, un misil bajo y mortal. El swing quedó en el aire. Strike tres.
El estadio explotó.
Toronto coronó una noche épica: campeón de la Liga Americana, rumbo a su primera Serie Mundial desde 1993.

Los jugadores se fundieron en abrazos, y George Springer, con su jonrón de tres carreras, se consagró como el héroe de una serie inolvidable.
El béisbol regresó al norte del continente con toda su magia, y los Blue Jays, tras tres décadas de espera, escribieron un nuevo capítulo de leyenda.

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Hugo Lynn