Los beneficios que aporta el superpoder

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PARA EL FIN

Como un experimento hipotético, imagine que le otorgan el enorme poder de convertir el Castillo de Chapultepec en su casa. Que el pueblo bueno y noble le autoriza que usted y su familia vivan en ese recinto histórico.

Con una numerosa servidumbre atenta y dispuesta a cualquiera de sus deseos y antojos.

Con asistentes, asesores y colaboradores obedientes, que ejecutan de inmediato sus órdenes.

Con aviones y camionetas blindadas a su entera disposición.

¿No sería como un sueño? ¿seguiría conduciendo su cochecito compacto? Pero agréguele. Con los militares, los marinos y la Guardia Nacional bajo su mando.

Con los gobernantes de las 32 entidades federativas alineados a sus decisiones.

Con empresarios obsequiosos.

Con un pueblo agradecido.

Ah; y con 130 mil pesos mensuales para sus gastos menores.

¿A poco no se le subirían a su cabeza las fragancias del poder?

Con toda la carga histórica de los muros, de las obras y de los muebles del Castillo, ¿a poco no se empezaría a sentir así como por encima de todos?

Al asomarse por los balcones y la terraza monumental del Castillo, al ver la majestuosa avenida Paseo de la Reforma a sus pies; ¿no se sentiría como héroe nacional?

Con todo eso a su favor, ¿usted perdería el piso o seguiría igual?

Lo dejamos para el fin.