Basurero de Monteón podría sepultar  aspiración del Alcalde Gustavo Ayón (VIDEOS)

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Basurero de Monteón sepultaría aspiración de Gustavo Ayón (Video)

El Presidente Municipal de Compostela, Nayarit, ha actuado de buena fe para identificar y obtener la autorización de un predio para ubicar un relleno sanitario que reciba, confine, trate y procese los residuos sólidos de ese importante Municipio Nayarita.

Pero parece que no todos los que lo han impulsado y acompañado para lograr ese objetivo han actuado con la misma intención.

La opacidad o falta de transparencia en los soportes técnicos y legales de la SEMARNAT que se requieren para la debida autorización y operación del relleno sanitario, así como la de los contratos firmados con la Concesionaria, el Ejido de La Peñita de Jaltemba, el Municipio de Compostela y el propio Estado de Nayarit, han minado el camino del Alcalde Ayón.

Analicemos parte de los hechos.

La reciente autorización del Ejido de La Peñita de Jaltemba para la instalación de un relleno sanitario en un predio de 10 hectáreas, ubicado en Monteón, Nayarit, ha generado una oleada de dudas, preocupaciones y severas críticas.

La ubicación del polígono, situada en las faldas de la Sierra de Vallejo dentro de la Sierra Madre Occidental, es altamente cuestionable debido a su función como cuenca de captación de agua pluvial.

Dichas cuencas alimentan los veneros y norias que sostienen los mantos freáticos de Monteón, lo cual cuestiona y dificulta la viabilidad ecológica del proyecto.

De acuerdo con expertos ambientales, los rellenos sanitarios deben estar en terrenos secos y con escasa humedad para evitar la contaminación de los mantos acuíferos.

La implementación de geomembranas sofisticadas es un requisito indispensable para contener los lixiviados, pero hasta ahora no se ha presentado evidencia de un dictamen técnico que garantice la idoneidad del predio para tal infraestructura.

En caso de resultar verídico, es verdaderamente preocupante que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) haya autorizado este relleno sin hacer públicos los estudios ambientales correspondientes.

Durante un recorrido por el predio, se pudo constatar la existencia de infraestructura abandonada desde hace más de seis años, incluyendo una báscula para pesar camiones recolectores, una caseta de registro y dos edificaciones destinadas para oficinas.

Estas construcciones están en franco deterioro, con techos, ventanales y pisos visiblemente dañados. A pesar de una reciente limpieza en los accesos, no se observó actividad que sugiera el inicio formal de operaciones.

Aún más alarmante es la evidente humedad y la presencia de corrientes de agua en la zona, lo cual es incompatible con la idoneidad de un terreno para destinarlo como relleno sanitario.

La cercanía con la autopista Guadalajara-Puerto Vallarta refuerza estas preocupaciones, ya que a lo largo de la vía existen canales y alcantarillas de escurrimiento, lo que confirma la presencia de importantes afluentes hídricos.

Además, las brechas y caminos de acceso están en malas condiciones, lo que dificultaría el transporte eficiente de los residuos. El impacto de esta situación podría extenderse al ámbito político.

El presidente municipal de Compostela, Gustavo Ayón, quien ha gozado de una gestión destacada, podría enfrentar un costo significativo con este conflicto ambiental. La viabilidad del relleno sanitario podría convertirse en un obstáculo para sus aspiraciones políticas hacia la gubernatura de Nayarit en 2027.

En el mismo escenario político, la alcaldesa de Tepic, Geraldine Ponce, y el presidente municipal de Bahía de Banderas, Héctor Santana, también se perfilan como posibles contendientes, en una disputa en la que el actual gobernador, Miguel Ángel Navarro, jugará un papel determinante.

La falta de transparencia y el potencial impacto ambiental de este relleno sanitario exigen respuestas urgentes. ¿Por qué se aprobó este proyecto en una zona ecológicamente sensible? ¿Dónde están los estudios que avalan su viabilidad? Las autoridades y la SEMARNAT deben rendir cuentas, ya que la salud ambiental y el futuro de Monteón están en juego.

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