Los bancos y su efecto en la economía

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fernando Castro

El Banco de México ha ajustado de nuevo a la baja sus pronósticos de crecimiento económico del país. Se prevé que el PIB de México crezca solo 0,1% en 2025, una cifra inferior respecto a su previsión previa de 0,6%.

Para 2026, la previsión de crecimiento del  PIB en México también sufrirá un ajuste a la baja de 1,8% a 0,9%. A la debilidad económica interna se suman los “significativos retos” para la economía global frente al cambio de política comercial en Estados Unidos.

Existe incertidumbre respecto de los efectos que estas acciones podrían tener sobre la demanda externa de México.

Por el momento, se incorporará un efecto acotado, considerando la resiliencia que han mostrado las exportaciones mexicanas y el trato preferencial que mantienen aquellas realizadas bajo el marco del TMEC.

La debilidad del consumo y la inversión en los primeros meses del año sugiere un menor crecimiento de la demanda interna a lo largo del horizonte de pronóstico.

La inversión, en especial, continúa afectada por el entorno de alta incertidumbre y también se ha revisado a la baja la expectativa de la plataforma de producción petrolera, considerando su comportamiento reciente.

Un crecimiento del PIB significa más actividad económica: más producción, más empleo y, por supuesto, más dinero en los bolsillos de las familias mexicanas y las empresas.

Esto genera confianza, tanto dentro como fuera del país, lo que a su vez atrae a más inversionistas. Y cuando hay más inversión, el mercado se dinamiza, lo que es clave para el desarrollo económico.

Un entorno económico optimista motiva a las personas a invertir más en productos como fondos de inversión, cuentas de ahorro y planes de retiro, con ello se impulsa la disponibilidad de fondos prestables que a través de diversos instrumentos pueden canalizarse hacia proyectos de inversión que necesitan financiamiento.

A medida que los ingresos disponibles aumenten, más personas podrán acceder a productos como créditos hipotecarios, automotrices y tarjetas de crédito.

A través del crédito logran concretarse inversiones productivas de las empresas y el patrimonio y necesidades de las familias, lo que impulsa el mercado interno y contribuye a apuntalar un mayor crecimiento económico.

Las oportunidades que ofrece la transformación digital permitirán a los bancos acercar una variedad de servicios financieros a nuevos segmentos de mercado.

Los bancos seguirán impulsando la inclusión financiera, la sostenibilidad y también incidirán favorablemente para acelerar el ritmo de la transformación digital global que, dicho sea de paso, es una de las fuerzas que están redefiniendo el panorama económico de México con la Inteligencia Artificial (IA).

Con sus estrategias adaptativas y soluciones financieras, las instituciones bancarias serán fundamentales en la creación de nuevas oportunidades para los inversionistas del país, apuntalando el crecimiento de diversos sectores de la sociedad.

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