Balazo en el pie 

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Finalmente Andrés Manuel López Obrador presentó el martes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación su iniciativa para llevar a cabo una consulta popular y que se decida a través de ella si se investigará o no a los expresidentes de nuestro país, porque no sólo el presidente lo sabe, todos sabemos que no hay uno que se salve y que todos, absolutamente todos, tienen una larga cola que pisar. 

Lo que no me queda claro es por qué quiere consultar al pueblo si queremos o no que se investiguen. ¡Claro que queremos! Lo mismo queremos con todos los que presuntamente han cometido un ilícito. Caray, si nada deben, nada temen.  

El caso es que el documento presentado por nuestro presidente asegura que “entre el 1 de diciembre de 1988 y el 30 de noviembre de 2018 México vivió un periodo caracterizado por la concentración desmesurada de la riqueza, quebrantos monumentales al erario, privatización de los bienes públicos, corrupción generalizada, procesos electorales viciados y prácticas gubernamentales que desembocaron en un crecimiento descontrolado de la violencia, la inseguridad pública, la violación masiva de derechos humanos, la impunidad como norma y el quebrantamiento del Estado de derecho en extensas zonas del territorio nacional.” 

Está apuntando con su flamígero dedo índice derecho a Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por haber dañado profundamente a los mexicanos. AMLO asegura que “el neoliberalismo gobernante se tradujo en la pérdida de centenares de miles de vidas, en decenas de miles de desapariciones, en la conculcación de derechos políticos y sociales, en el crecimiento de la pobreza, la desigualdad, la marginación, la informalidad y la descomposición social, en el deterioro sostenido de los sistemas públicos de salud y educación”. 

Estoy segura de que a la gran mayoría nos gustaría que investigaran a los presidentes, conocer sus corruptelas y fraudes; me encantaría ver tras las rejas a los responsables de tantas muertes, de tanta violencia, de tantos desaparecidos, de tanta injusticia y de tanta pobreza. Si ellos son los que resultan culpables, que paguen. Nadie debe tener privilegios ante la ley.  

Sólo espero que a AMLO no le salga el tiro por la culata porque seguramente, en lo que lleva de gobierno, no ha habido crecimiento de la violencia ni de la inseguridad, tampoco se han violado derechos humanos (si es puro cuento lo de las mujeres que exigen justicia para víctimas de feminicidios, también es puro cuento que miles de familias reclamen a sus desaparecidos); tampoco ha habido corrupción ni se ha resquebrajado el Estado de derecho. En fin, ojalá que con esta iniciativa AMLO no se esté dando un balazo en el pie.