Bajo Reserva
La marcha de Monreal
Mientras las corcholatas Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard marchaban junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la Ciudad de México, a más de 9 mil kilómetros de distancia, en Madrid España, se daban hechos que, para algunos, son el inicio de lo que podría acabar en una alianza electoral de oposición. Primero, el líder de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel, y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y aspirante a la candidatura presidencial de Morena, Ricardo Monreal, anunciaron la realización de una gira de reconciliación nacional a lo largo del país. Después, Luis Espinosa Cházaro, coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, le dijo al zacatecano que “tiene las puertas abiertas” de su partido. Habrá que ver qué pasa con el líder de Morena en el Senado cuando regrese a México. El jueves pasado acordó con los senadores de Morena que estarían unidos hasta el final de la Legislatura, pero nos señalan que es incierto cuánto tiempo se podrá mantener firme ese acuerdo, en especial porque los llamados radicales no le perdonan que tenga una postura autónoma y a veces crítica sobre el presidente López Obrador. Monreal no fue a la marcha de Morena, ¿pero estará cerca de marcharse de Morena?
Muere el sistema de radio y tv del Estado
De vergüenza la transmisión que realizaron los medios públicos de la marcha del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin pudor alguno, la emisión estuvo cargada de propaganda y alabanzas al gobierno, y descalificaciones a la prensa independiente. Y aunque el propio Presidente dijo que era una marcha para celebrar los cuatro años de su gobierno, y no una respuesta a la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral del 13 de noviembre, algunos de los conductores y conductoras se dedicaron a establecer contrastes con aquella manifestación. Destacaron que la marcha de ayer no era racista, ni clasista, y hablaron de las bondades de los planes sociales de esta administración y, desde luego, se aseguró que no hubo acarreo, que eso era de la época del PRI. Al parecer, el cable de sus cámaras no llegó hasta los lugares en los que, muy temprano, se pasó lista a empleados de gobiernos que “voluntariamente tuvieron” que asistir a la marcha que, por lo que se vio, no requería de políticos que cumplieran con cuotas de asistentes, pues, quizá, con la gente que sí quería estar cerca del Presidente por convicción, hubiese bastado para mostrar el apoyo a AMLO. Ayer, el presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil, demostró que ya no existen la radio y televisión del Estado, y que él es, cuando mucho, presidente del sistema de propaganda de Morena. ¿Acaso habrá alguien en el Poder Legislativo que le exija rendir cuentas a don Jenaro?
La pancarta de Mier
Llamó la atención la pancarta que el coordinador de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier, mostró orgulloso durante la marcha de ayer: “No vine por mi torta, sino por mis…” y el dibujo de unos huevos. Algunos legisladores de oposición nos dicen que para ellos esa es la política que don Ignacio aplica para todo. Dicen que también por su voluntad, se dictaminó la reforma electoral del Presidente, dejando de lado más de 100 propuestas en la materia. Hoy, en punto de las 13:00 horas, el proyecto se vota en comisiones y los guindas tienen mayoría, ya veremos si por sus…, lo aprueban. Sin embargo, el martes tendrán que ir ante el pleno, donde al diputado Mier y sus aliados no les alcanzan los números para modificar la Constitución.
La otra corcholata también marchó
Quien también llevó su porra a la marcha fue el diputado federal del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña. Mientras marchaba con un contingente de su partido, el legislador aprovechó para tomarse fotos con sus simpatizantes, quienes corearon: “¡El pueblo decide, Noroña es el que sigue!”. Y aunque no figuró con la misma relevancia que las otras corcholatas, nos comentan que se fue muy contento de la movilización.