La Aurora celebra fiestas patronales a la Divina Providencia

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El multifamiliar La Aurora también celebra sus fiestas patronales, en el templo de la Divina Providencia. El párroco Juan Luis Casillas Martínez, informó que el novenario inició el pasado 23 de noviembre y culmina el próximo jueves 1 de diciembre, además, después de dos años de restricciones por la pandemia, en esta ocasión regresan las peregrinaciones, carros alegóricos, juegos pirotécnicos y verbena popular.

“Todos los días, a las seis y media de la tarde, hay una peregrinación, que parte de uno de los extremos de la avenida Universo, donde participan diferentes grupos, sectores, también comunidades que forman parte de esta parroquia, incluso instituciones externas, para culminar con la misa de siete de la noche; luego hay un evento cultural y los tradicionales merenderos, con los antojitos mexicanos”, explicó el padre Casillas.

El párroco, Juan Luis Casillas, invitó a la gente a las fiestas patronales de La Aurora

En el fraccionamiento La Aurora hay 2,054 departamentos y un aproximado de 10 mil habitantes; la parroquia Divina Providencia, además, también atiende a las colonias: Educación, Aramara, Palmar de Aramara y Portales, a quienes el párroco invitó a participar del programa.

Recordó que el 30 de noviembre, a las 10 de la noche, hay una misa de vísperas, a las 23:00 horas inicia la serenata con Mariachi y a medianoche, con los primeros minutos del día primero de diciembre, cantan las tradicionales Mañanitas.

La iglesia de La Aurora celebra sus fiestas patronales de la Divina Providencia

El jueves, a las 12:00 horas, es la misa solmene, concelebrada por varios sacerdotes de la región; al culminar, se ofrece una comida a todos los feligreses en el mismo atrio del templo, por la noche, después de la acción de gracias, se presentará el grupo de danza folclórica “Xiutla” y música en vivo, terminando con el encendido del castillo.

El presbítero Juan Luis Casillas destacó que la Divina Providencia es el amor de Dios, que se manifiesta constantemente, a través de las personas cercanas a nosotros; las familias católicas y comunidad deben ser instrumentos de la providencia de Dios para ayudar a la gente necesitada de lo más básico.

Miguel González Guerra