Arturo Zaldívar: el discurso de austeridad que no se refleja en su salario
El exministro y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras la revelación de que percibe ingresos que contradicen abiertamente los principios de austeridad que ha defendido públicamente.
Según información publicada este día, Zaldívar recibe más de 500 mil pesos mensuales, suma que resulta de la combinación de su pensión como exministro y su actual salario como Coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, lo que ha desatado una ola de indignación en redes sociales.
El periodista Juan Ortiz, conocido por su trabajo en transparencia y rendición de cuentas, destacó la contradicción en un contundente tuit que rápidamente se volvió viral:
“Arturo Zaldívar percibe más de 500 mil pesos mensuales entre su pensión vitalicia como exministro y su salario actual como funcionario en la Presidencia. ¿Y la austeridad que tanto pregonó? Otro ejemplo del doble discurso en la política mexicana”.
El señalamiento de Ortiz ha encendido el debate público, con miles de usuarios en redes sociales criticando lo que consideran un ejemplo flagrante de hipocresía.
Bajo hashtags como #ZaldívarContradicción y #AusteridadParaOtros, ciudadanos, analistas y líderes de opinión han cuestionado cómo alguien que ha hecho de la austeridad su bandera política puede beneficiarse de ingresos que sobrepasan el salario tope constitucional.
🗳📌 ZALDÍVAR GANA MÁS DE 500 MIL PESOS MENSUALES ENTRE PENSIÓN Y SALARIO: 24 HORAS
Arturo Zaldívar, exministro de la Suprema Corte y actual coordinador de Política y Gobierno en la Presidencia, recibe 505 mil pesos mensuales del erario público, según reportó 24 Horas.
📍 ¿De… pic.twitter.com/BJIArXU22D
— Juan Ortiz 🗳️👁🗨 (@Juan_OrtizMX) January 2, 2025
“Es un insulto para los millones de mexicanos que enfrentan carencias económicas. El discurso de Zaldívar es solo para la tribuna”, escribió un usuario en respuesta al tweet de Ortiz.
Otros comentarios subrayan que este caso refleja un problema más amplio en el sistema político mexicano, donde los privilegios de las élites políticas se mantienen intactos mientras el grueso de la población enfrenta recortes y restricciones.
La situación pone bajo escrutinio no solo a Arturo Zaldívar, sino también a la administración federal que lo ha incorporado a su equipo.
La política de austeridad, que supuestamente busca eliminar los excesos de la burocracia, parece aplicarse de manera selectiva, afectando a los sectores más vulnerables mientras protege los privilegios de los altos funcionarios.
Este caso es una prueba de fuego para la credibilidad de las políticas de austeridad en México.
Arturo Zaldívar, quien defendió estas medidas durante su paso por la SCJN, enfrenta ahora un cuestionamiento legítimo sobre la congruencia entre su discurso y sus acciones.
La indignación pública no debería quedarse en el ámbito digital.
Es momento de exigir transparencia, congruencia y rendición de cuentas de todos los funcionarios que manejan recursos públicos.
En un país con niveles alarmantes de desigualdad económica, los privilegios de las élites no solo son un obstáculo para la justicia social, sino un recordatorio del largo camino que aún queda por recorrer para lograr un verdadero cambio estructural.