¿Ariete de los peores, Cuauhtémoc Cárdenas?

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Un ariete es una antigua arma para derribar muros y puertas, basada en el impulso poderoso. Así es, el poder de Cuauhtémoc Cárdenas como político, y como hijo del mejor Presidente de la República, no solo de nuestro México querido; sino de todo el mundo, el cual fue frustradamente aprovechado por un grupo de vivales resentidos, por los avances de Obrador.

Politiqueros y saboteadores consagrados, recurrieron a los que siempre han buscado la amistad y el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas, a fin de simular un colectivo ciudadano e independiente de las mafias partidarias, y paranoicamente le llamaron “Punto de partida”.

“Partida” y más partidas al progreso y desarrollo de la nación. Es lo que han hecho, la mayoría del nido de cuervos, que se vieron en las fotos de su primera reunión oficial. Como ejemplo, asistió el hijo del gran alcoholero, que por años se empeñó, en sumir a los mexicanos en el alcoholismo al grado de que se llegó a ser casi, el primer país en el mundo en resultar víctimas inducidas para consumir el etílico producto.

Montoneros, simplemente montoneros, cobardes y manipuladores ociosos. Ociosos, ya que Obrador persiste en atacarse, como su peor enemigo y solito se desdora ante cualquier ser pensante. ¿Quieren el último ejemplo? Pues va: Se dice juarista, y con desbocado cinismo, invita en su mañanera y larga exposición a un relator de los dineros públicos aplicados para restaurar las iglesias y construcciones del gran negocio de engatusar con cuentos religiosos, al pueblo desinformado, como hace más de quinientos años mediante el retroceso educativo, y sabotaje.

Sin duda, el amigo que llamo mi “cuate”, se dio el doble lujo, de mandarle un calambrito a Obrador y mandar muy lejos a la publicitada reunión de cuervos. Mismos que ocultaron el repudio en una misiva clarísima del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. 
 
NADA MÁS Y NADA MENOS, TRIBUNOS LECTORES.

 

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