Ambientalistas cuestionan dónde paró la tierra del río Pitillal

0
99

Los ambientalistas y ciudadanos que, agrupados en la Red Ciudadana Bio Vallarta, Vigilantes Ambientales y Arte Sustentable, continúan con sus guardias permanentes en el río Pitillal,  vigilando el Ayuntamiento no siga destruyendo la fauna y flora, en lo que el presidente municipal Arturo Dávalos informó fue un desazolve. 

Durante estos días, les llamó poderosamente la atención, la salida de numerosos viajes de volteos con tierra que sustrajeron del lecho del afluente, y se preguntan si tienen el permiso federal para sacar dicho material y el destino de las toneladas de lo que los expertos dicen es abono, lo que se conoce como tierra lama.

El biólogo Roberto Ornelas Carrillo indicó lo siguiente:

“Por ahí escuché y no me consta, la están llevando al campo de golf, que está por Las Mojoneras, porque hay zonas de relleno para ese lado”.

TIERRA RICA EN NUTRIENTES Y ABONO

Dijo no saber si estaban haciendo un tipo de negocios con dicho material, pues en cualquier vivero venden tierra de río. Y ese punto no lo trataron en la reunión con el alcalde, a la que él asistió como parte de la comisión de manifestantes por el cuidado de este bosque ribereño. 

Explicó se trata de un rio que contiene rocas y sedimentos granulosos más finos, cargados de minerales y nutrientes, que le dan esa riqueza biodiversa a los suelos, por toda la materia orgánica que baja desde la montaña, sedimentos que se depositan en todo su lecho y pueden llegar a parar al mar.

El experto indicó, por esa razón las zonas agrícolas, históricamente están a los costados de los ríos, ricas en limos, arcilla y arenisca, advirtió que si afecta el quitar toda esa tierra del cauce del río Pitillal, pues provoca erosión.

Señaló quedó muy floja y que en escorrentías sumamente agresivas se llevaría parte de eso.

“Un arrastre de lodos y demás, que pueda provocar algún tipo de mayor presión hacia las paredes del mismo río, esperemos no pase un accidente mayor, para eso estaban los árboles ahí, fungiendo como retenedores, como barreras naturales”.

Miguel González Guerra