¡Hasta siempre, Marigalante! Alvarado, Veracruz despide a su creación tras hundimiento en Puerto Vallarta

Foto: Cortesía
El emblemático galeón, construido en Veracruz, fue motivo de orgullo durante décadas; el Ayuntamiento de Alvarado rindió homenaje al maestro Óscar Camarero y a las manos que le dieron vida.
El municipio de Alvarado, Veracruz, expresó su más profunda tristeza por el hundimiento de la Marigalante, la embarcación que durante más de tres décadas fue símbolo de historia, orgullo y tradición, además de una de las postales más reconocidas de Puerto Vallarta, Jalisco.
En un comunicado oficial, el Ayuntamiento Constitucional de Alvarado (2022–2025) lamentó la pérdida del galeón, recordando que su construcción fue un logro colectivo que unió talento, oficio y amor por el mar.
“La Marigalante no fue solo un barco: fue una obra maestra construida con el talento, el esfuerzo y el corazón de manos alvaradeñas, encabezadas por el maestro Don Óscar Camarero”, destacó el texto.
La réplica del navío que comandó Cristóbal Colón fue edificada en los astilleros de Alvarado, cuna de carpinteros de ribera que durante generaciones han dado vida a embarcaciones con identidad propia.
“Su pérdida nos duele profundamente, porque representa una parte de nuestra identidad marítima, de nuestro legado artesanal y de la memoria viva de hombres y mujeres del mar”, agregó el gobierno municipal.
La Marigalante recorrió mares de todo el mundo, participó en conmemoraciones internacionales y llevó el nombre de Alvarado más allá de las costas mexicanas. Su naufragio marca el final de una era, pero también reafirma el vínculo entre Veracruz y Jalisco, unidos por la historia de esta embarcación que navegó con alma propia.
El mensaje del Ayuntamiento cierra con una frase que resume el sentir de todo un pueblo:
“¡Hasta siempre, Marigalante! Navegarás por siempre en la memoria de tu pueblo.”
El naufragio que conmovió a Puerto Vallarta
La tarde de este viernes, el histórico galeón Marigalante se hundió frente al malecón de Puerto Vallarta, tras sufrir una falla en el sistema de achique, mecanismo responsable de desalojar el agua del casco.
De acuerdo con reportes del personal a bordo, el desperfecto se presentó cuando la nave navegaba a la altura del hotel Buenaventura. La tripulación intentó regresar al puerto para realizar reparaciones, pero el daño avanzó con rapidez y el galeón comenzó a escorarse lentamente hasta quedar a la deriva.
En medio de la emergencia, los pasajeros fueron evacuados de forma preventiva en la zona de Majahuitas y trasladados a tierra firme en embarcaciones menores. Autoridades marítimas confirmaron que no hubo heridos ni víctimas, gracias a la reacción oportuna del capitán y su equipo.
El navío, que durante años fue escenario de espectáculos y símbolo de la bahía, terminó por hundirse a la vista de turistas y residentes, dejando una estampa melancólica sobre las aguas que fueron su hogar por más de tres décadas.
