Una madre de familia, vecina de Bahía de Banderas, exige justicia luego de que su hija, menor de edad, fuera brutalmente golpeada por dos alumnas de un bachillerato ubicado en Av. México #1255, colonia Agua Zarca, Puerto Vallarta. Además, otra joven mayor de edad participó en la agresión, ocurrida el pasado lunes 10 de febrero, tras amenazas previas enviadas por redes sociales desde el jueves 6 de febrero del 2025.

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Según la denuncia 588/2025-J/D-VIII/AT, presentada ante la Fiscalía General de Jalisco, la agresión habría sido consecuencia de un caso de bullying dentro del salón de clases en la denominada Universidad de Especialidades (UNE). La víctima, quien había estado internada por problemas de salud crónicos, fue objeto de burlas por parte de sus compañeros, quienes difundieron el rumor de que había estado “anexada” por supuestas adicciones.

De acuerdo con la madre, su hija intentó defenderse verbalmente, pero la situación escaló a amenazas directas por parte de una de sus compañeras, quien le advirtió que la golpearía en cuanto la viera.

El viernes, la agresora la esperó fuera de la escuela, pero al no encontrarla, volvió el lunes junto a otra alumna y una joven mayor de edad. Ese día, tras salir temprano de clases, se cambiaron de uniforme, regresaron al plantel y llamaron a la víctima para atacarla golpes frente a la escuela.

La madre relató que encontró a su hija llorando desconsoladamente dentro del plantel, sin que directivos o administrativos le prestaran ayuda. La llevó de inmediato a recibir atención médica, donde le diagnosticaron hematoma en el cráneo, lesiones en cervicales, columna y nariz, además de múltiples golpes y raspones. Más tarde, descubrió que el ataque quedó grabado en videos que circulaban en redes sociales.

Al día siguiente, interpuso una denuncia contra quienes resulten responsables ante la Fiscalía de Jalisco.

El director sabía y no hizo nada para evitar la agresión escolar

La madre afirmó que el pasado miércoles 12 de febrero se entrevistó con el director del plantel para hablar sobre los hechos. Durante la conversación, se dio cuenta de que la situación pudo haberse prevenido, ya que, según el propio director, la agresora le había informado previamente sobre su intención de cometer la agresión, pero él no tomó ninguna medida al respecto.

Según la madre, el directivo debió haber llamado a los padres de ambas alumnas, pero en su lugar solo les pidió “que por favor no fueran a cometer una tontería”. A su juicio, esto demuestra una negligencia por parte de la institución y una falta total de conocimiento sobre cómo manejar este tipo de situaciones.

La escuela podría expulsar a la víctima

A pesar de la agresión que sufrió su hija y del intento de la institución por deslindarse de lo sucedido, argumentando que el hecho ocurrió fuera de sus instalaciones, al regresar a la preparatoria el pasado miércoles, la menor fue notificada de que estaba suspendida y que podría enfrentar la expulsión del plantel.

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Ante esta situación, la madre anunció que ampliará la denuncia, no solo por lesiones y amenazas, sino también por negligencia institucional.