AL GRITO DE PAZ 2

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Foto: Milenio

La segunda premisa de Mexicanos al Grito de Paz es el perdón y el olvido de todo lo que te daña o te causa dolor.

Recordemos que la primera premisa fue alejarse del odio y del rencor, rechazando a quienes predican con discurso envenenado.

El perdón y el olvido es un paso necesario para poder despojarse de ese odio y rencor que vamos acumulando al paso de los años.

Somos sobrevivientes tanto de la crisis sanitaria como de la crisis económica. Estamos renaciendo y debemos aprovechar esta oportunidad. La nueva realidad nos exige reinventarnos. Sacar la mejor versión de nosotros.

Mexicanos al Grito de Paz, promueve este cambio profundo.

Estamos justo a tiempo. No será fácil; pero valdrá la pena porque, juntos, construiremos la nueva realidad.

Se vale soñar, y los soñadores estamos abriendo los ojos. A partir de hoy, Nessun dorma.

Este cambio tiene como motor de impulso nuestra poderosa energía individual que, al sumarla con la de todos los habitantes del mundo, marcará la diferencia.

En México, resurgiremos de las cenizas que han quedado después de este holocausto que nos han dejado tanto la pandemia como el abandono gubernamental. Perdón y olvido total para ellos. Pero mucho ojo hacia el futuro. Echemos las luces altas para ver mejor. Que nadie duerma.

Mexicanos al Grito de Paz, estimula la insurgencia con rostros nuevos; con sangre nueva; con mentes despiertas y abiertas al futuro. Mentes dispuestas a cruzar la línea del fracaso. Jóvenes del siglo XXI que abracen la V de la Victoria y no la V de la Venganza. No escribamos otro capítulo negro en la historia de nuestro país. Ni más muertes ni más sangre de hermanos. 

Mexicanos al Grito de Paz, impulsa este nuevo despertar. Está lloviendo sabiduría y hermandad. Somos una sola familia universal. Así como nos duele lo que le sucede al hermano de China, nos duele también lo que le sucede al hermano de la esquina.

Si la pandemia nos demostró que somos vulnerables, nosotros también demostraremos que somos aún más hermanables. Vamos a ponerle corazón a la vida. Sin odio; sin rencor. Con perdón y con olvido de lo que nos daña y nos duele.

¿Cree usted que este mundo ideal sea posible?

Esa es una duda sustentable.

 

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