Agua potable de Guadalajara bajo alerta por toxinas de Lago de Chapala

Un panorama de riesgo se presenta actualmente en el suministro de agua potable en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), donde las toxinas emanadas del Lago de Chapala, producto del auge de algas nocivas, plantean una creciente preocupación.

Entérate: SIAPA anuncia cortes de agua en nueve colonias de Zapopan

El Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) no está llevando a cabo un monitoreo sistemático ni procesos de tratamiento específicos, a fin de mitigar la presencia de estas sustancias dañinas en sus instalaciones de potabilización.

De acuerdo con Eduardo Juárez Carrillo, director del Instituto de Limnología del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, las microalgas detectadas en el lago generan una toxina conocida como microsistina, que puede representar un riesgo para la salud de los habitantes.

“Los 6.5 metros cúbicos que se toman por segundo del lago a Guadalajara llegan por esta zona y van hacia las plantas de tratamiento de la ciudad, no hay una seguridad, de hecho, el SIAPA no lo hace, no está midiendo sí está llegando microsistinas al lago de Chapala.

Los procesos de tratamiento de agua del SIAPA son muchos, entre ellos, encontramos la floculación y la oxidación que baja mucho los niveles del lago de Chapala. Sin embargo, ya con dos mil células podemos tener problemas si tenemos momentos de cerca de 30 millones de células por litro”, indicó en entrevista con El Occidental.

Las toxinas ingresan directamente a las plantas de tratamiento sin una supervisión efectiva. Según Juárez Carrillo, el SIAPA no mide los niveles de microsistinas en el agua que se extrae del Lago de Chapala, lo que genera incertidumbre sobre la calidad del líquido que llega a los hogares.

El especialista detalló que, aunque los procesos de tratamiento como la floculación y la oxidación pueden reducir la contaminación, los niveles actuales de microalgas en el lago son preocupantes.

“Ya con dos mil células podemos tener problemas, y estamos en momentos de hasta 30 millones de células por litro”, advirtió.

Además de la contaminación, el Lago de Chapala enfrenta una crisis ecológica debido a la proliferación de lirio acuático y la presencia de especies invasoras como la lobina, la tilapia y la carpa, que afecta a especies nativas como los charales.

“Encontramos que casi todas las lobinas analizadas tenían charales en el estómago. Se ha documentado que esta especie depreda de manera muy activa, no solo a los charales, sino también a la tilapia y crustáceos que habitan en el fondo del lago”, explicó Juárez Carrillo.

Sobre los niveles del agua, se prevé que el temporal de lluvias aporte entre 50 y 100 milímetros adicionales, lo que permitiría alcanzar un 65% de la capacidad del lago. Aunque esto representa una mejora, el nivel óptimo debería rondar el 75%, según los especialistas.

Conoce las noticias más relevantes en nuestro canal de WhatsApp

A pesar del aumento en el volumen de agua, al final del estiaje la temperatura superficial del lago podría disminuir hasta en un 48%, lo que afectaría aún más el ecosistema y la estabilidad de las especies que lo habitan.