Adelantan familias vallartenses la visita a sus difuntos

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Tras el anuncio de las Autoridades sanitarias del Estado, sobre el cierre de cementerios, panteones y análogos, los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre; los vallartenses se adelantan y ya visitan las tumbas de sus seres queridos.

Cabe recordar que el pasado 6 de octubre el Secretario de Salud Jalisco, Alfonso Petersen, emitió el ordenamiento de su cierre, así como la cancelación de toda celebración con motivo del Día de Muertos, permitiendo solamente los procesos de entierro de los cuerpos que se requieran en esos días. 

Sin duda esta es una de las fechas con mayor tradición en México, donde se acostumbra a acudir a los camposantos, limpiar las tumbas, colocar flores, encender veladoras; ritual que se vuelve un gran convivio familiar, donde incluso hasta música, bebidas y comida se hace presente.

POR PRIMERA VEZ CIERRAN PANTEONES EL DÍA DE MUERTOS

Celebración que, en esta ocasión, por la pandemia del COVID-19, se suspende por vez primera; sin embargo la gente ya se organiza para ir antes o después a los cementerios.

Acudimos al panteón municipal de El Progreso, al norte de la ciudad, donde se puede observar a familias llegar con escobas, cubetas, flores y ofrendas, y permanecen horas en el lugar, pintando, limpiando y orando. 

Tal es el caso del señor Refugio Zavalza y su esposa, que llegaron a la tumba de su nieto.

“Venimos ahora porque van a cerrar el mero día, entonces hay que agarrar tiempo… siento tristeza no vayan a abrir el 1 y 2 de noviembre, son los días que uno debe visitarlos, de acompañarlos, pintarles su tumba”. 

También, trabaja a marchas forzadas el personal de Aseo Público, en el mantenimiento y limpieza del sitio; se preparan como todos los años, aunque en esta ocasión no reciban los miles de visitantes.

Esta medida oficial de seguridad sanitaria, para el aislamiento social a efecto de detener la dispersión del virus, contempla la prohibición del uso de espacios públicos, como plazas y jardines municipales, centros culturales, barriales o comunitarias.

De ogual manera, se prohibe la realización de eventos reuniones o congregaciones de más de 50 personas, ya sean de carácter público, privado o social.

Miguel González Guerra