Abelito conquista el Grand Prix y se convierte en finalista de La Casa de los Famosos
Foto: especial
El viernes no fue uno más en La Casa de los Famosos. Desde temprano se anunció la llegada del esperado Grand Prix, la dinámica que podía cambiar el rumbo de la temporada.
El jardín se transformó en un tablero gigante con seis líneas de colores, semejantes a toboganes, cada una asignada a un habitante.
Alexis en rojo, Aldo en verde, Aarón en azul, Dalila en naranja, Abelito en amarillo y Shiky en morado. La misión era clara: alcanzar primero diez casillas para convertirse en finalista.
La Jefa explicó el mecanismo: un dado especial, con seis caras de colores, sería lanzado por un tobogán rojo. El color que apareciera haría avanzar la línea correspondiente.
El azar mandaba. No importaba quién lanzara: cada tiro podía favorecer a cualquiera de los competidores. La tensión creció desde la primera jugada.
Shiky, en morado, no lograba avanzar. Dalila, Alexis y Aldo se mantenían parejos con dos casillas cada uno. Aarón, en azul, tomó impulso hasta llegar a cinco.
Pero quien sorprendió fue Abelito. El color amarillo aparecía con frecuencia y lo colocó en la delantera con seis pasos antes de la mitad del recorrido.
Los gritos se escuchaban en cada rincón de la casa. Los habitantes celebraban y lamentaban cada lanzamiento como si fuera decisivo. El tablero se convirtió en un campo de emociones.
Mar, única finalista hasta ese momento, observaba tranquila desde un costado. No competía, pero alentaba a todos con sonrisas y palabras de ánimo.
El tablero avanzaba y la diferencia se hacía clara. Aarón intentaba acercarse, pero el color azul no aparecía con la misma frecuencia. Alexis y Aldo seguían rezagados, y Dalila resistía con paciencia.
Shiky, entre risas y frustración, veía cómo el morado parecía ausente de la suerte del dado. Su línea permanecía inmóvil.
La expectativa llegó al punto máximo cuando Abelito alcanzó la casilla nueve. Bastaba un solo tiro para alcanzar la meta.
El dado rodó por el tobogán rojo, giró lentamente y se detuvo en el amarillo. El grito fue unánime: Abelito avanzaba a la casilla diez.
Un lanzamiento extra le permitió sumar un paso más. El triunfo estaba consumado. Abelito era el gran ganador del Grand Prix.
El jardín se llenó de aplausos y abrazos. Sus compañeros lo felicitaron con entusiasmo. Él, emocionado y feliz, repetía: “Estoy muy contento, no lo puedo creer”.
El momento marcó historia en la temporada. Abelito se convirtió en el segundo finalista junto a Mar, asegurando un lugar en la recta decisiva.
Pero la jornada no terminó ahí. La definición del tablero también marcó la última placa de nominación.
Cinco nombres quedaron sentenciados: Alexis, Aarón, Aldo, Shiky y Dalila. Entre ellos se encuentra el último eliminado de la temporada.
El ambiente cambió. La alegría por el triunfo de Abelito convivió con la tensión de quienes aún dependen del voto del público.
La casa se prepara ahora para lo inevitable: uno de esos cinco deberá abandonar el reality, y los otros cuatro acompañarán a Mar y Abelito en la gran final.
- TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Todos nominados en La Casa de los Famosos; Mar, la única finalista
El viernes de Grand Prix quedará en la memoria como un día de emociones intensas, donde el azar, la suerte y la esperanza definieron el camino hacia el desenlace.
