¿Acaso la pena capital redignificaría al Ejército?
Porque ríos y mares de opiniones hoy se vierten sobre la llamada Guardia Nacional y la disciplina militar, como garante, pero fallida, y sobran como ramillete de flores negras en la historia, y en tal contexto dedicamos la presente columna al meritorio General Francisco Gallardo, preso por denunciar los abusos y atropellos de la milicia formal, que no aprende la escuela del mejor presidente de la república, que ha tenido México: el General Lázaro Cárdenas (1895-1970).
Por ello, proponemos la pena capital, para los miembros de ejército, y toda fuerza armada, sean policías, marineros, u organizaciones privadas, con permiso para portar armas, y que cuando se pasen a las filas de la delincuencia, plenamente probado, sean sujetos a la pena de muerte.
Los dos militares con grado de general, uno como General Brigadier, el amigo finado José Francisco Gallardo Rodríguez (1946- 2021), y el General de División, y maestro de presidentes y mandatarios: Lázaro Cárdenas del Río, dieron el mejor ejemplo de calidad humana al servicio de su patria.
Y amigos lectores regálense un tiempo para estudiar las trayectorias ejemplares de dos patriotas, y apreciarán que arriesgaron su vida y tranquilidad, dando muestras de que los militares, con academia o sin ella, se puede luchar por dignificar a nuestro ejército mexicano.
El que escribe, por el solo hecho de haber realizado el servicio militar, ha tenido la seguridad de que merecería la pena capital, si sirviera a las organizaciones delicuenciales, y por ello, es un llamado a los cientos de generales del ejército que mantenemos con nuestros impuestos, para que apoyen la propuesta aquí mencionada, y demanden al mandatario actual, para que supere el falso humanismo como pose mediática y programe los cambios en nuestra legislación para restablecer, la tranquilidad en todo México.
Obrador, presidente: apenas estamos todavía a tiempo de sanear a la Nación.