“Orlene” pasó de largo y no dejó ni agua en Bahía
De nueva cuenta, las sierras de El Tuito y de Vallejo protegieron a Bahía de Banderas del huracán “Orlene”, el cual solo dejó precipitaciones moderadas y un oleaje elevado, rompiendo con todos los pronósticos.
El fin de semana transcurrió con tranquilidad, las lluvias que se esperaban nunca llegaron, solo algunas intermitentes, acabando con las expectativas de los ciudadanos que se decían preparados para el huracán que, en solo unas horas en la madrugada del domingo se intensificó de categoría 1 a 4. Sin embargo, todo cambió también en unas horas, bajando hasta categoría 2 por la tarde.
El oleaje en la bahía alcanzó un incremento de hasta 1.5 metros solo en la zona de Bucerías; otras playas reportaron gran tranquilidad que de acuerdo a algunos habitantes “parecían albercas”; el afluente del río Ameca presentó hasta 28 metros cúbicos por segundo, un gasto muy por debajo de la zona de alerta que marca los 1,000 metros cúbicos por segundo.
Lo que sí hubo fue movilización preventiva de las autoridades de Protección Civil, Seguridad Pública, Guardia Nacional y Ejército Mexicano a través del Plan DN III-E, que mediante un operativo estuvieron recorriendo las zonas vulnerables del municipio, como lo son la zona costera y serrana.
La única novedad relevante durante este domingo fue la caída de un árbol en la Cruz de Huanacaxtle y el ahogamiento de una persona, sin embargo, no fueron a causa de los efectos del huracán.
Este lunes, todo volvió a la normalidad, amaneció con nublados intermitentes y un sol radiante, aunque hubo una inusual reducción del movimiento de los habitantes, por la suspensión de clases, las calles, escuelas y hasta las paradas de camiones lucieron semi vacías.
Las unidades de transporte público también iban con muy poca cantidad de gente, incluso en horas pico, cuando generalmente circulan abarrotados; las familias aprovecharon el inesperado día de asueto para salir a divertirse y pasar una tarde agradable.
El boulevard Riviera Nayarit presentó menor cantidad de vehículos, los que aminoró el tiempo de traslado hacia Puerto Vallarta, por lo que, otra vez, los habitantes de la bahía se salvaron de sufrir los efectos más devastadores del impacto directo de un huracán, que por lo menos en Bahía de Banderas desde hace 20 años no se ha registrado, tras el paso del ciclón “Kenna”.